Abracadabra, pata de cabra, ojos de sapo patas de rana, nada por aquí, nada  por allá y alehop! ciento cuarenta y nueve medidas más una le harán triunfar…

Casi cuatro años después de iniciada la legislatura como presidente, García-Page se reúne con el presidente Sánchez para reivindicar la solución de importantes asuntos pendientes en Castilla-La Mancha, eso sí, con aparente cordialidad y foto de por medio, proyectando la imagen de los dos compartiendo amplia sonrisa y mirada cargada de sarcasmo, como prueba del fraude de este encuentro.

Entre las ciento cincuenta peticiones, el presidente de Castilla-La Mancha aglutina la financiación económica, el mapa de infraestructuras pendientes en la región, el agua y el trasvase (ahí es nada).

Después de casi una legislatura lanzando brindis al sol y dejando nuestra autonomía como la hoja de un periódico llena de anuncios varios, a García-Page lo único que se le ha ocurrido es recurrir al maltrecho presidente Sánchez para justificar y compartir la responsabilidad del fracaso de su política autonómica.

Si en algo es profuso García-Page es en la dramatización de la literatura en su lenguaje político, interpretando el papel de defensor del imperio castellano-manchego, como si éste estuviera permanentemente amenazado por extrañas fuerzas externas que le impidieran gestionar los destinos de esta tierra. “No quiero ultimátum ninguno, pero en Castilla-La mancha no vamos a estar a la sopa boba viendo como este Gobierno hace lo mismo que el anterior”, estas eran declaraciones del Presidente de Castilla-La Mancha refiriéndose al gobierno de Sánchez.

Para Page esta reunión se planteó como una puesta en escena de impostada valentía, para “cantarle las cuarenta” al gran Jefe Sánchez y “sacudirse así las pulgas” de toda una legislatura de compromisos incumplidos.

La Sanidad es competencia de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, y García-Page ha conseguido que tres años después del inicio de su gestión la situación de la sanidad sea desesperada, a pesar de las trampas y trucos para sujetar y camuflar las interminables listas de espera.

La Educación es competencia de García-Page, y también las aulas prefabricadas más conocidas como “barracones”, en los que nuestros jóvenes continúan teniendo que permanecer durante muchas horas, sin que se dé una solución desde el gobierno autonómico. Ejemplo de ello, los diecisiete barracones que a día de hoy se mantienen en El Quiñón (Seseña).

El abuso político que el Partido Socialista de Page hace con el Trasvase Tajo-Segura no tiene parangón. ¿Cómo es posible que hace tan solo un año, el aparato socialista de Castilla-La Mancha estuviera manifestándose día sí, día también,  a cuenta de este tema  en la Capital de Castilla-la Mancha pidiendo la dimisión de Tejerina, entonces ministra del PP y hoy, Sánchez y Page sean capaces de autorizar trasvases de 100 hectómetros cúbicos en 4 meses? ¿Dónde está la ministra socialista? ¿Quién pide su dimisión?

En definitiva, este ha sido el encuentro del simulacro y el engaño. Los dos conocen muy bien que a partir de esta visita, García-Page tiene carta blanca para utilizar las supuestas soluciones a todas y cada una de las 150 medidas. Anuncios y solo anuncios, porque el cumplimiento de estos compromisos será imposible antes de mayo de 2019. Imposible por la falta de tiempo e imposible por la falta voluntad de ninguno de los dos.

Con esta reunión se da el pistoletazo de salida hacia las elecciones de 2019, comienza la función de Page y con ello sus nuevos-viejos trucos de magia.

Valle Arcos Romero. Concejal del Ayuntamiento de Toledo