Un urbanismo que cuide a Talavera
Talavera necesita quererse. Ante todo. Me explico. Talavera necesita con urgencia un planificación urbanística que ofrezca suelo industrial, logístico, que atraiga empresas, y que en definitiva cree trabajo. Sí, es cierto, esta lectura es fundamental cuando vemos que localidades de nuestro entorno se han posicionado, con la inestimable ayuda de otras Administraciones –en especial el Gobierno de Castilla-La Mancha– y nosotros estamos perdiendo (nos hacen perder, de nuevo) el tren del desarrollo, del empleo, entre promesas de puesta a disposición para las industrias de millones de metros cuadrados de suelo, localización de nodos logísticos que nunca llegan y demás parafernalia que conocemos. Pero ante todo, Talavera de la Reina necesita apreciarse, valorarse; debemos ser concientes del enorme potencial que atesoramos.
Somos herederos de un urbanismo trazado desde arriba, dictado por unos intereses con la urgencia de los años sesenta y setenta del pasado siglo, una inercia que prácticamente sin control ha llegado hasta la última burbuja inmobiliaria. Una ciudad compacta, lo que en sí mismo no es negativo, sino fuera por el diseño de barrios sin espacios verdes, avenidas y vías saturadas, con una muy mala calidad de urbanización, alturas desorbitadas... en definitiva una ciudad que nos está envejeciendo muy mal, y que necesita actuaciones concretas que vengan a revitalizar barrios, a hacerlos cómodos para que se asienten jóvenes y familias, que los hagan habitables por todos, en especial por las personas de avanzada edad o en situación vulnerable.
El urbanismo es la tinta que escribe sobre la piel de los paisajes, que forja la identidad de las ciudades, de los territorios. Hemos sabido preservar las unidades paisajísticas que nos definen: los ríos, el Tajo y el Alberche, siempre sedientos de agua; el Berrocal, las Barrancas del Cerro Negro, la Vega fértil... Ellos, junto con el casco urbano, y especialmente los tres recintos amurallados, su recuperación y valorización, deben marcar los próximos años de gestión municipal. Un Consorcio interadministrativo que aporte dinero para realzar nuestro conjunto histórico, con áreas de rehabilitación de viviendas en alquiler para jóvenes que dinamicen barrios; el engarce definitivo de la Villa y la ciudad –ambas márgenes– con la ribera del Tajo; y que de una vez por todas recupere la alcazaba, entretorres, y planifique un plan de excavaciones arqueológicas; y, por supuesto, el futuro museo histórico-arqueológico de Talavera y sus Antiguas Tierras.
El urbanismo, la planificación, debe dar soluciones a los problemas, y sin duda el mayor de Talavera es la falta de trabajo. Desde Ahora Talavera creemos que muchas pequeñas acciones serán las que devolverán el dinamismo a la ciudad. Definimos un urbanismo responsable, que dialogue con la ciudad, que la entienda, interprete... y que en definitiva sepa responder a lo que nos demandan los ciudadanos, ahora; pero saber trazar la proyección del futuro. Porque creer en Talavera es, ante todo, crear las posibilidades para hoy pensando también en mañana.
Tengo claro que el urbanismo, más allá de planos, sectores, clasificaciones de suelo, recalificaciones... es un acto de amor hacia tu ciudad, nuestros paisajes, nuestra identidad, el hoy, pero también el mañana. Talavera necesita recuperarse de muchas heridas, necesita reconocerse en la belleza que atesora. Y para ello precisa con urgencia que le dotemos de instrumentos adecuados, sin demora, que la situemos en el lugar que se merece, sin pliegues ni concesiones a quienes nos han mantenido en una segunda división. Talavera necesita quererse, precisa un urbanismo que la cuide. Vamos a cicatrizar sus heridas y que luzca sus mejores atributos.