La cultura en Castilla-La Mancha, al resplandor de nuevos confines
Desde que diera comienzo esta terrible pandemia generada por la COVID-19, el mundo de la cultura se ha tambaleado de manera inevitable.
La fragilidad que siempre la ha caracterizado se ha hecho más que evidente enmudeciendo las tradiciones más longevas y arraigadas de nuestra tierra.
La Sanidad, la Educación y el Bienestar Social, grandes pilares de nuestra condición de bienestar, han ocupado el proscenio de la situación pandémica al obligar a los gobiernos a centrar todos sus esfuerzos en dar solución a problemas acuciantes, para afrontar la terrible situación sobrevenida y que con el trascurrir de los días nos hemos percatado de que llegó para quedarse con nosotros durante algún tiempo.
La cultura junto con otros sectores, pasaron al backstage de la crisis. Cierto es que todos los sectores, toda la actividad de nuestra vida, se han visto afectados de una u otra manera por esta pandemia, pero la crisis no iguala. Todos podemos enfermar, pero no todos podemos curarnos de la misma manera. El sector de la cultura fue el primero en caer y será uno de los que más dificultades tenga para recuperarse, pero estoy segura de que lo hará con la fuerza y el vigor de la creatividad.
Pero también la crisis ofrece la antítesis de las “nuevas oportunidades”, y por ello desde el Gobierno de Emiliano García-Page se ha tenido que reinventar la cultura, considerando la gran necesidad que tiene nuestra población de “consumir cultura” en un periodo de confinamiento que ha generado y genera una terrible ansiedad entre la población. Y esa oportunidad la brinda la Cultura Digital, que entra en escena intentando calmar el dolor causado por esta horrible enfermedad.
Una cultura reinventada que hace esfuerzos ingentes por afrontar una situación económica del sector muy dañada y a la misma vez servir de consuelo a esa platea que con deseo y ansía devora cualquier demostración cultural y artística que colme desvelos e inquietudes.
La digitalización de la cultura que el Gobierno Regional se ha esforzado por difundir a través de todos los medios, hace posible que un gran elenco de modalidades culturales llegue al público de todas las edades y gustos.
Siempre desde la premisa “CULTURA SEGURA”, y a través de la Consejería de Educación y Cultura, muchas han sido las iniciativas que han llegado a las casas de los castellanomanchegos para ser disfrutadas por cuantos lo han deseado.
Programas como “Castilla-La Mancha Actúa” en su versión online, han acercado el teatro, la música, la danza o el circo, llegando a los centros educativos de manera virtual. Muchos han sido los centros escolares beneficiados por esta iniciativa y muchas también las compañías de teatro que han participado.
Nuestros mayores también han podido disfrutar de nuestro teatro con el proyecto “Platea de Honor” que ha dado la oportunidad de acercarles el arte de la escena sin moverse de sus hogares.
El hábito de la lectura también ha sido celosamente cuidado por este Gobierno en este momento en el que la lectura permite al lector dar rienda suelta a su imaginación y ausentarse, aunque sea solo por unos momentos, de la cruda realidad que hemos vivido y seguimos viviendo.
“El Prado en las Calles” ha sido un gran evento que ha llenado los lugares más céntricos nuestros pueblos y ciudades de cultura, en forma de óleos, que ha dado la oportunidad a sus habitantes de poder disfrutar de obras pictóricas famosas en todo el mundo.
Otras iniciativas de la “Nueva Cultura Digital” han acercado la música, el cine, la danza, o nuestros museos, ferias, parques y yacimientos arqueológicos... En total 1.700.000 euros destinados al sector de las artes escénicas y la música.
La reinvención de la cultura es necesaria pero no suficiente. El Gobierno de Emiliano García Page es consciente de que además de tratar de compensar los daños ocasionados a la cultura, también espera, entre bastidores, la tan ansiada mejora de la situación pandémica que traiga como consecuencia la relajación de medidas que aminoren el sufrimiento del sector.
Aun así, y siempre que las recomendaciones sanitarias lo han permitido, los diferentes sectores culturales han relajado sus medidas, celebrándose eventos con aforos limitados como es el caso del Festival Internacional de Teatro de Almagro el pasado verano. De esta misma forma, las bibliotecas se abrieron en el primer momento en que fue posible, al igual que museos, cines, teatros, parques arqueológicos y actuaciones musicales que cada vez relajan más sus medidas y se celebran con más frecuencia de forma presencial, siempre atendiendo a las recomendaciones de la autoridad sanitaria.
El grito de la cultura por haberse quedado sin voz, es ensordecedor. Las necesidades de ayudas al sector son tan importantes que si no llegan, la cultura quedará gravemente herida.
Pero durante esta tragedia a la que nos hemos visto abocados por culpa del virus, no todos hemos remado en la misma dirección. Así, el Teatro de la Crueldad ha sido representado por una oposición más deseosa de sacar rédito de quienes más se han visto afectados y dolidos por los efectos de la pandemia, en la salud, la vida, el trabajo o en sus negocios, que por involucrarse en la defensa del interés general y las políticas de solidaridad y apoyo mutuo.
Han representado una Danza Macabra, bailando una y otra vez entre el dolor para lo que ellos creen que les beneficia no se acabe.
En contrapartida, el Gobierno Regional lo tiene claro. El sector cultural tiene que renacer y tomar impulso para recuperar con toda la fuerza que la creatividad exige todo lo que se ha perdido durante este tiempo.
“El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma” decía Arthur Miller y NUESTRA CULTURA TAMPOCO.
Manuela Casado Rubio. Portavoz de Cultura Grupo Socialista en las Cortes de CLM