Pablo Tello Díaz, la "magia" en política; siempre en el recuerdo
Hace tiempo que tenía pensado escribir algo sobre Pablo con el fin de recordar su memoria, pero la pandemia y otras circunstancias me han llevado a retrasarlo, y que también siempre pensaba si era el momento adecuado, si es que hay ese momento, aunque entiendo que siempre es el momento para honrar la memoria de un alcalde que dejó una huella imborrable en la ciudad de Talavera de la Reina, así lo entiendo, y creo que es el sentir de una parte de la ciudad. Por eso, no he querido dejar de pasar la oportunidad de dedicarle un pequeño recuerdo a alguien como Pablo, el alcalde que puso a Talavera a la altura necesaria para ganar el futuro, sentando las bases necesarias para ello.
Seguramente al lector pueda parecerle exagerada o fuera de lugar la palabra "magia"; a mí no me lo parece, es más, me afirmo en ella porque entiendo por "magia" la capacidad innata de una persona como era Pablo para ejercer la política, pues tenía una especie de instinto para ver lo que otros no veíamos y estaba muy bien dotado para la política, de ahí el que le atribuya la palabra "magia". A todo esto le acompañaba su gran capacidad de decisión para pasar por encima de aquello que no beneficiaba a la ciudad e imponerse a los obstáculos que surgieran en el camino.
Pablo, que vino de Francia, supo ver con total claridad lo que necesitaba Talavera de la Reina y lo que había que tener en cuenta para hacer de ella esa ciudad del siglo veintiuno; se puso manos a la obra, trabajó para ello y ese trabajo dio los frutos que se esperaban, y supo sortear las muchas dificultades que surgían, pero tenía esa “magia” que traía de un país como Francia con una democracia ya muy consolidada y que aprovechó para hacerla realidad en Talavera de la Reina.
No voy aquí a recordar su legado, porque su huella ha quedado impresa en todos los lugares de la ciudad, y cualquiera que haya vivido su mandato puede verlo, pero sí que recuerdo varias anécdotas suyas cuando era alcalde y lo que pensaban otras gentes cuando era alcalde y después de su salida de la Alcaldía, y son tan curiosas que chocarían y no serían creíbles porque no estarían en consonancia con lo que pensaban entonces y lo que piensan ahora. Seguramente muchos se echarían las manos a la cabeza pero, curiosidades aparte, lo importante es la gran labor que hizo por la ciudad en todos los aspectos.
Pablo era un referente como alcalde no sólo para la comarca de Talavera, pues su labor trascendía por otras zonas de la provincia de Toledo, era muy comentada, apreciada y puesta en valor cuando de política local se hablaba.
Pablo Tello fue un gran alcalde de Talavera de la Reina, tal vez el mejor de la reciente democracia (así es mi apreciación) aunque cada cual tendrá su propia valoración, pero es de justicia que se le recuerde la labor de su huella imborrable a su paso por la Alcaldía y que seguro que la historia así la reconocerá, y desde luego que, en ese reconocimiento, ha sido muy acertada la avenida que se le ha dedicado, precisamente en el lugar apropiado, y digo en el lugar apropiado porque nunca olvidaré el viaje que hicimos juntos desde Toledo a Talavera y en el que me planteó lo que quería hacer con todo lujo de detalles y la ilusión con la que lo decía para hacer una realidad ese parque de la Alameda.
Pablo, espero que allá "arriba", o como se quiera llamar donde estés, veas esta tu ciudad, Talavera de la Reina, lo que hoy es, cómo pusiste tu grano de arena para su futuro y que este pequeño recordatorio sirva para mantener viva esa llama de alguien que está y estará presente en la memoria de quines te conocieron y de aquellos que posteriormente han oído hablar de ti.
Pablo, hasta siempre en el lugar que te encuentres, ese lugar en el que se dice que todo es bondad, paz y tranquilidad, se llame cielo o se llame como se llame, pero no me cabe duda de que la dicha será infinita.
Pablo Tello Díaz, siempre en el recuerdo, siempre con la "magia" de tu buen hacer para Talavera de la Reina, tu ciudad, la ciudad de todos aquellos que la vivimos diariamente; siempre en la memoria de quienes no te olvidan.