Julián Contreras se viene a vivir a Cuenca, a Page le han callado y un futuro para Paco Núñez
Hay que reconocerlo. No hay un tío más impulsivo y voluntarista que Paco Núñez en la política en Castilla-La Mancha. La tenacidad es su bandera. Se curra su tarea en el puesto de mando del PP regional y es un martillo pilón en su labor de oposición a Emiliano García-Page, independientemente de que el presidente socialista de la Junta ni sienta ni padezca y siga tan cómodamente instalado en su mayoría absoluta del Palacio de Fuensalida. Picotazo de mosquito en la piel de un elefante. Pero Núñez sigue, erre que erre, y no da un paso atrás, convencido, según dicen, de que en 2027 llegará su hora y tomará las riendas del poder autonómico. Estos días andaba por Bruselas pidiendo socorro para el campo castellano-manchego y mirando siempre el horizonte. Que es lejano, como todo el mundo sabe.
En fin, política ficción a tanto tiempo vista. A ver si se aclara primero el porvenir de Alberto Núñez Feijóo, que después del autogolazo del otro día ha dejado tocadas las gallegas y quien sabe si puede haber comprometido su futuro. El domingo lo veremos. Así que lo de Núñez ahora es tan futurible como pensar que Page vaya a sustituir a Pedro Sánchez en caso de demolición de la legislatura o que montemos la quiniela de candidatos del PSOE para las próximas elecciones autonómicas, que yo ya tengo cuatro o cinco nombres apuntados por si hay cambio de cromos. O sea, que Page cruce la M-30 es tan aventurado como que Núñez piense (si es que alguna vez lo piensa) que en la próxima parada tendrá enfrente a un rival más asequible y podrá irse a vivir al palacete toledano. Coge el día, colega, y ya veremos el minuto a minuto.
Por cierto, Page anda como silente y desaparecido desde hace una semana o dos. No sé: ni apariciones estelares, ni titulares, ni fotos, ni ná de ná. Con lo que me molan las andanadas manchegas que manda a la Moncloa. Ha debido largarse de paseo a los extrarradios, que es donde le mandó el ministro Óscar Puente, ese hombre, y de donde parece no haber vuelto. Por ahora. Cualquier día aterriza el presidente de la Junta con algún aguijonazo de los suyos, aunque me pregunto si tal vez le haya hecho alguna mella que Sánchez, directamente y en la tele, le mandara callarse en las plazas públicas y venirse a Ferraz a decir lo que tenga que decir. O sea, que Sánchez quiere jugar en casa en plan aprovechón y golearle a Page en su terreno, así que más vale, de momento, estarse calladito y ponerse el domingo por la noche las noticias a ver el púgil que se lleva la velada y quién tiene que cargar con la morriña. Ya se verá después.
Total, que en estas llega Pepe Bono, se sale un rato del papel cuché y suelta la frase del año que han colocado a tutiplén en el despacho de Sánchez en la Moncloa: “Soy y seré del PSOE mientras viva, incluso si dicen o hacen cosas que no comparto”. Anda, qué bonito es el sanchismo: el partido como religión (laica, por supuesto), el líder como el papa y a embestir con lo que venga, sea bueno, malo o regular. Todo sea por la causa. Es una bonita manera, muy ética y edificante, maravillosamente aleccionadora, de lo que debe ser la política y su servicio a la sociedad. O a lo que sea. Si es que ya lo tengo dicho: este Bono es un genio impagable y por eso supo sacar tanto partido a su paso por la vida pública. El partido lo es todo. El partido es la clave.
Y ahí voy terminando con la exclusiva que este miércoles de buena mañanita nos ofrece el periodista Jesús Carmona en El Español: la difícil situación económica de Julián Contreras le obliga a trasladarse a vivir a Cuenca con su padre enfermo. Duro trance económico, familiar y personal y una de esas vueltas que la vida hace girar a trompicones. Dice Carmona que Julián y su padre, aquejado de una enfermedad degenerativa, ya están instalados en su nueva casa de Cuenca “en régimen de alquiler”. Lo pueden leer todo enterito en El Español. Suerte y la mejor vida conquense para Julián y su papá. Besazos.