Ministra Cospedal, estírese un poquito
Comenzó ayer en Palma de Mallorca la XXXVI edición de la Copa del Rey de vela con una participación de 140 barcos, ferraris de la navegación en su mayoría equipados con la tecnología más avanzada. Entre todos ellos destaca, no precisamente por su excelentes componentes y modernidad, el Aifos, un viejo Corel 45 absolutamente vintage que patronea el Rey Felipe VI, el velero más antiguo entre los que compiten en la categoría ORC1.
Se trata de una embarcación propiedad de la Armada española de quince metros de eslora botada por primera vez en 1996, aunque luego reformada en varias ocasiones. Con una tripulación compuesta por 12 militares de Marina, desde almirantes a guardiamarinas, su clasificación habitual en la regata mallorquina dista mucho de los primeros puestos- el pasado año el Aifos quedó en duodécima posición en su categoría- en una parrilla donde cada año se exhibe lo último y más sofisticado de la tecnología náutica.
Aunque la Armada española justifica el mantenimiento de esta reliquia acorde a los tiempos de moderación que corren, unido también a los deseos de austeridad exigidos por el Monarca español, la tan anunciada recuperación económica del país bien puede animar a la ministra Cospedal a dotar presupuestariamente una partida para la adquisición de una embarcación más digna para la navegación que representa a la Armada española y regatea el Rey de España, más parecida ahora a las carracas de siglos pasados.
No parece mucho perjuicio económico para un presupuesto de Defensa que este año ha aumentado un 32 por ciento, hasta los 7.635 millones de euros. Tampoco cuando su titular se ha comprometido ampliar hasta los 14.000 millones el gasto de Defensa en los próximos siete años, hasta el 2 por ciento del PIB, como miembro permanente de la OTAN. Al menos, la nueva embarcación permitirá regatear al Aifos con alguna garantía y no distanciarse en exceso del resto de barcos incluso con tripulaciones de aficionados menos capaces y peor preparadas que la que gobierna el Rey de España junto a doce marinos españoles. Ya va siendo hora dejar de ser la “embarcación escoba” en las regatas donde participa.
La Armada española bien merece otra clasificación y sus tripulantes mejor barco.