Sigo con atención el sainete que alguno de nuestros políticos en esta tierra llevan tiempo representando en torno al Hospitalito del Rey. Otra farsa que no hace más que evidenciar el cariz de estos sujetos en función del puesto que ocupan en cada momento. La antigua residencia de ancianos de Toledo lleva años cerrada tras sufrir una profunda y costosa remodelación, convirtiéndose ahora en moneda de cambio y ruidosa divergencia entre las distintas formaciones políticas y sus más preclaros representantes.

Tras llevar años muerta de asco, aunque con promesa de apertura en cada uno de los programas electorales de los partidos, los Presupuestos regionales de este año la han adjudicado una partida de 300.000 euros. No consta en Diario Oficial el destino de semejante remesa aunque, a falta de confirmación oficial, se sospecha por su cuantía sea para adquisición de papel higiénico u otros intangibles de primera necesidad para el centro. Más como la disquisición tiene su enjundia, no han tardado en aparecer en escena ruidosos e ilustres rapsodas dando su particular parecer sobre el asunto.

Los de Ganemos, circulo municipal toledano, asegurando que gracias a sus movilizaciones la apertura de este centro sociosanitario está próxima, una vaguedad, como tantas de este partido, sin precisión y compromiso alguno. Unas convocatorias a las que tan sólo acudía el grupúsculo habitual para la ocasión aunque bien pertrechado de utensilios varios para mayor algarabía y sonoridad de la cita. Al menos, la interpretación ha merecido para la residencia semejante propina por parte de la Junta de Comunidades. En próximas actuaciones, quizás, una “performance” más atractiva, participativa, y continuada pudiera significar, ahora que hacemos juntete en el Gobierno, una más jugosa dotación para el Hospitalito del Rey. Cuando ya se dispone para intangibles, sólo hacen falta ahora usuarios siempre tan necesitados de estas instalaciones públicas en Castilla- La Mancha.

Mientras, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón , haciendo de funambulista para no disgustar, por ahora, al jefe de la patronal política de su partido en la región, e invocando en público lo que no está a su alcance salvo, como siempre, el de sus mejores deseos e intenciones. Y para saber la versión del Gobierno regional aparece en escena su portavoz, Nacho Hernando, que como acreditado monologuista fía, en plan Rappel, el futuro del Hospitalito a final de año. Una fecha, tal vez, con la esperanza de que al Gobierno de Castilla-La Mancha sea afortunado con uno de los premios de la Lotería de Navidad y poder así dedicar su importe a semejante fin.  Y los del PP, que ni gobiernan ni dejan gobernar, insistiendo en la apertura de una instalación que ellos tampoco fueron capaces de hacerlo cuando gobernaban esta tierra.

Entretanto, como monumento declarado y construido en 1603 por la Cofradía del Corpus Christi, el Hospitalito del Rey de Toledo seguirá siendo paso obligado para visitantes en sus rutas guiadas por la ciudad. También, muestra inequívoca y recuerdo permanente para la ciudadanía de la incompetencia e incapacidad de alguno de los políticos que nos gobiernan.