En el fútbol, como en el resto de deportes de equipo, es habitual que algunos jugadores sean suplentes en algún momento de la temporada, o en casi todo el tiempo. Aunque “calentar banquillo” resulta duro e insatisfactorio para los afectados, los jugadores lo aceptan, con mayor o menor agrado, como parte inherente al deporte en general. De esta forma se evitan posibles problemas tanto con el entrenador que no los saca, como con los compañeros que son titulares y les someten a la suplencia.

En el caso que nos ocupa, al señalado tan solo se le reconoce públicamente actividad deportiva dando la vuelta al Valle de la capital regional en encomiable actitud. Vicente Tirado Ochoa representa en política al perfecto y bien preparado “suplente” del equipo “popular” en Castilla-La Mancha. Un sustituto que perfectamente puede ser titular indiscutible en otras demarcaciones como bien demostró presidiendo las Cortes regionales, y lo sigue haciendo como secretario general del partido en la Comunidad, pero que aún tiene por delante quien le está impidiendo saltar al campo como titular indiscutible de un puesto que tiene dueña.

Ausente la reconocida por motivos de ocupación ministerial, además de por antagonismo -que también lleva su tiempo y maquinación- hacia Soraya Sáez de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno y actual virreina de Cataluña por obra y gracia de Mariano Rajoy, el secretario general del PP en Castilla-La Mancha está cobrando cada vez más un protagonismo en esta tierra que aunque puede suscitar inquietud entre algunos miembros del partido con aspiraciones, el miguelete sigue gozando del afecto y apoyo de la mayoría de la “grada”.

Tirado Ochoa está siendo paciente, constante, y eficaz  en su actividad como secretario general del partido en la región, aprovechando muy bien los muchos minutos de juego que la ausencia de la titular del puesto le están brindando. Vicente se siente con motivación, confianza de su equipo, y aceptación de la militancia para dejar de calentar en la banda, esperar que su número aparezca en la tablilla arbitral, y entrar al campo como titular indiscutible a un puesto que aún todavía tiene nombre. Un paso que todavía puede verse frustrado en el futuro si la que lo ostenta ve desvanecidas sus aspiraciones de jugar en la “Champion” de la política, y se siente obligada a competir de nuevo en la “regional” de Castilla-La Mancha. Un traspaso que mandaría de nuevo al banquillo a tan cotizado candidato.