Exhibidores cinematográficos
El género cinematográfico es el tema principal de una película que sirve para su clasificación. Los hay bélicos, musicales, de terror, policiaco… El que describe en España a los exhibidores cinematográficos bien puede clasificarse como de cuidado, o de negocio si nos atenemos a los parámetros al uso. Gracias a la organización de consumidores FACUA hemos conocido que únicamente un tercio de las salas de cine en España analizadas está repercutiendo íntegramente en el precio de las entradas la bajada del 21 al 10 por ciento del IVA para la exhibición cinematográfica acordado recientemente por la Administración. En la mayoría de las salas, según se desprende del informe de FACUA, se mantiene inalterable el precio de las localidades en taquilla a pesar de esta rebaja fiscal. En otras, la disminución es todavía inferior a la diferencia de los 11 puntos impositivos recortados fiscalmente.
En Castilla-La Mancha, el análisis de organización de consumidores indica que únicamente los cines Renoir de Guadalajara han repercutido esta bajada del IVA en el precio de las entradas, incluso dos céntimos más. Por el contrario, las salas Yelmo Vialia e Imaginalia, en Albacete; Las Vías, en Ciudad Real; Odeón y Mirador, en Cuenca; y Luz del Tajo, en Toledo continúan sin aplicar en taquilla el descenso del IVA acordado por el Gobierno. Una disminución del gravamen impositivo que está siendo aprovechada en beneficio propio por la mayoría de exhibidores en lugar de trasladarla al bolsillo del espectador. Una situación que también alimenta las sospechas de posibles pactos colusorios en el sector, bien a nivel estatal entre las grandes cadenas de exhibición o sólo en determinadas provincias.
La industria cinematográfica ha venido batallando en los últimos años para que la Administración rebajase el IVA del sector. Un recorte impositivo que sirviese para abaratar el precio de las localidades en similar proporción a la rebaja, y beneficiar así al espectador que no obstante ha visto, según FACUA, como el precio de las localidades en los días de mayor afluencia de público a las salas de proyección ha sufrido un incremento medio del 9% respecto a 2011.
El sector cinematográfico ha sido uno de los más afectados por la crisis económica y también por los graves efectos que en el sector está teniendo el nuevo comercio audiovisual. Sin embargo, el comportamiento ofrecido por la mayoría de exhibidores en este país ante el nuevo y mejorado tratamiento fiscal otorgado al sector, no hace más que refrendar la tomadura de pelo de una gran mayoría al Gobierno y también a los usuarios. Una rebaja que lejos de beneficiar al espectador no ha hecho más que incrementar el margen de beneficio de las empresas de exhibición cinematográfica. Una lamentable situación que la Administración no puede transigir por más tiempo, y dar pábulo a una práctica habitual en los mercados de repercutir únicamente al usuario los aumentos tributarios y no al revés.