Emiliano tira de celular
Acostumbrados en este país a los remolinos que cada día giran en torno al gobierno de coalición, incapaz de tener un periodo de calma, las aguas políticas se han vuelto a agitar tras el volantazo que Ciudadanos acaba de dar en las comunidades de Madrid y Murcia rompiendo su pacto de gobierno con el PP. Una tolvanera que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, contempla tranquilo desde la distancia pues el caudal político por este territorio transcurre manso. No obstante, ante la situación de riesgo producido, Emiliano demanda los servicios del 112 para intentar dilucidar lo ocurrido, una OPA hostil de inciertas consecuencias. Ducho en temas de trastienda política, el mandatario castellano-manchego tira de ironía para dar crédito a la sorpresiva actuación de las formaciones afectadas a la espera del dictamen del servicio de asistencia telefónico.
En su época de esplendor en los cosos taurinos de este país, unos aficionados requirieron la opinión de Juan Belmonte, figura mítica del toreo, sobre determinado torerito que estaba dando sus primeros pasos en el arte de Cúchares. ¿Cree usted don Juan, que este muchacho puede llegar a ser un fenómeno? A lo que el “Terremoto” respondió: “¿Un fenómeno ese chaval? ¡Si se le hincha la cabeza, sí!”. Eso ha debido ocurrir a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Carente de portento alguno para lidiar con la presidencia de la formación naranja, saldadas sus actuaciones electorales con estrepitosos fracasos, y en franca regresión en todos los sondeos de opinión, el cartel de Ciudadanos parece abocado a desaparecer de las principales plazas de este país. Vamos, que ni para cosos de tercera categoría.
A Arrimadas se la ha debido hinchar la cabeza, pensando así que podía llegar a fenómena, aunque finalmente sea la calamidad que deje a Ciudadanos al borde de la desaparición. Por su cuenta ha decidido provocar un terremoto de impensables consecuencias, que puede finiquitar el cada vez menor cartel e influencia dentro de la política de este país y con sus principales espadas en otras cuadrillas. Teodoro García Egea ya ha abierto la puerta para apuntarse. El hinchazón de la lideresa de Ciudadanos ha provocado un terremoto que puede dar la puntilla a una formación que desde sus inicios se alimentó con la incorporación de algún que otro mercenario de la política, sin excesivos principios, y marginado del resto de formaciones. El paseíllo ha comenzado y cualquier cosa puede suceder a partir de ahora.