La Pregunta

¿En qué pueblo de Toledo se casó el primer transexual conocido en la historia de España?

21 noviembre, 2017 00:00

“Un transexual en la España de Felipe II”. Es el título del extenso e interesante reportaje que este lunes ha publicado el diario El País, firmado por el periodista Antonio Pita, sobre la mujer que vivió como un hombre en el siglo XVI y que vendría a demostrar que” la transexualidad existía mucho antes de ser definida como tal por la ciencia en el siglo XX”. El caso de Eleno Céspedes, nacida Elena, tiene mucha relación con Toledo ya que se casó con una mujer en una de sus localidades (Yepes), fue detenida en otra (Ocaña) y fue procesada por la Inquisición en la capital. Este lunes, Día Internacional de la Memoria Transexual, ha sido recordada en el periódico madrileño. Su valentía y coraje lo merecían.

"Céspedes - Elena y Eleno de. Natural de Álama, esclava y después libre, casó con un hombre y tuvo un hijo; después y muerto su marido se vistió de hombre y estuvo en la Guerra de los Moriscos de Granada, se examinó de cirujano y se casó con una muger (sic), fue presa en Ocaña y llevada a la Inquisición, donde se le acusa y condena por desprecio al Matrimonio y tener pacto con el Demonio". Es el resumen del tribunal del Santo Oficio del proceso de fe contra Eleno de Céspedes, una mujer que vivió públicamente como hombre en la España de Felipe II.

"Lo que hace especial este caso respecto a los cientos de procesos contra homosexuales que hubo en esa época es que, sin duda alguna, fue una transexual que llevó hasta el extremo su deseo de ser hombre", ha explicado a El País Ignacio Ruiz (en la imagen, junto a la coautora del libro), catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y coautor de Elena o Eleno de Céspedes, el último libro sobre el caso, publicado este año por la editorial Dykinson.

Casi todo lo que se sabe del personaje procede de las más de 300 páginas de su proceso inquisitorial. Nació en torno a 1545 en la localidad granadina de Alhama, fruto de una relación extramatrimonial de su padre con una esclava negra que servía en la casa. En la adolescencia se casó con un albañil con el que "hizo vida maridable como tres meses" -según consta en el acta inquisitorial- hasta que, embarazada, abandonó la casa. Nunca más volvería a tener sexo con un hombre. En Sanlúcar de Barrameda tuvo su primera amante y en Arcos de la Frontera empezó a vestir de hombre. Se acostaba con bastantes mujeres y se iba: sabía que los vecinos estaban obligados a denunciarlo a la Inquisición", subraya Ruiz.

Luego se alistó como soldado para acabar con la Rebelión de las Alpujarras. Se mudó a Madrid, recién nombrada capital, aprendió el oficio de cirujano (que ejerció en el hospital de la Corte y luego en El Escorial, donde la acusaron de intrusismo), se examinó y logró la licencia.

En Yepes (Toledo) se casó con una mujer, María del Caño, después de que un examen genital ordenado por el párroco ante la sospecha de que fuese "lampiño o capón" certificase erróneamente que podría engendrar hijos, fin último del matrimonio canónico. Convivió con su esposa poco más de un año, hasta que un antiguo compañero de armas (que había oído decir en las Alpujarras que era una mujer disfrazada de hombre) lo denunció. La pareja fue apresada y sometida en Ocaña a un juicio que fue seguido de otro inquisitorial en Toledo, solo contra Eleno, y que acabó con una condena de 200 azotes públicos y reclusión durante diez años en un hospital.

Quedan muchas dudas sobre los genitales de Eleno. Hasta el juicio logró que numerosas personas, entre ellas nada menos que Francisco Díaz, cirujano de Felipe II y autor del primer tratado de urología, le certificasen como varón, lo que le permitió casarse con una mujer. Ruiz cree que solo pudo lograrlo implantándose los genitales masculinos de un cadáver para superar las amonestaciones necesarias para contraer matrimonio. Pero hay otras hipótesis que se apuntan en el artículo de El País.

¿Cómo se autodefiniría Elena/o de Céspedes si viviera hoy? "Era un varón atrapado en el cuerpo de una mujer. Tiene claros elementos de transexualidad", afirma Maganto.

La opción de que Eleno fuese hermafrodita, un concepto que ya existía, resulta poco creíble. Parece más bien una estrategia de defensa que improvisó tras dos años en prisión: argumentar que le había salido una especie de pene al dar a la luz, que "por entender que era hombre y no muger" (sic) se casó para "estar en serviçio de Dios" tras años de lecho en lecho y que el pene se le fue cayendo en la cárcel. No convenció al tribunal, que le halló culpable de "menosprecio del matrimonio" y "pacto con el demonio", concluye el artículo.