7 de julio San Fermín
Tres años después de su primera visita a Pamplona Hemingway publicó la que fue su primera novela de éxito, “The sun also rises”, traducida al castellano con el título “Fiesta”. En ella se narra la historia de un grupo de amigos, miembros de la generación perdida del periodo posterior a la II Guerra Mundial, que vagan sin rumbo fijo por Francia y España. Las referencias a Pamplona y los Sanfermines que aparecen en dicha novela convirtieron esa fiesta en una de las citas más famosas a nivel mundial, pasando de ser una celebración doméstica a tener la proyección internacional que tienen hoy en día.
Siempre se ha dicho que si los Sanfermines ya eran unas fiestas grandes, Hemingway las hizo universales y eso es cierto. De ahí la trascendencia de todo lo que ocurre en esas fiestas que siempre es noticia. Cuando España estaba dando sus primeros pasos hacia la democracia, tras la muerte de Franco, en los Sanfermines del 78 el despliegue de una pancarta en favor de la amnistía total provocó una durísima intervención de la Policía Armada, en la misma plaza de toros, donde había 20.000 personas. Se utilizó indiscriminadamente abundante material antidisturbios, con disparos de pelotas de goma y gases lacrimógenos contra los jóvenes que estaban en la arena y en las gradas. Parte del público salió por el patio de caballos y otros se refugiaron en los pasillos del interior y la brutal intervención dejó más de 150 heridos y un estudiante muerto por un tiro en la frente.
Posteriormente en los llamados "años de plomo", en plena eclosión de ETA, todos teníamos la mirada puesta en el "chupinazo", ocasión que aprovechaban los proetarras para desplegar toda su artillería mediática y llamar la atención sobre lo que ellos llamaban el conflicto vasco. Y más recientemente, en los últimos dos años los sanfermines han sido noticia más que por la celebración, por la repugnante violación grupal de la Manada y las continuas noticias sobre abusos sexuales.
Esa imagen de nuestra fiesta más internacional ha hecho encenderse todas las alarmas hasta el punto de que la Universidad Pública de Navarra ha hecho un estudio, a partir de las cifras de denuncias presentadas desde 2004, durante los días festivos en Pamplona en comparación con otras cuatro fiestas españolas 'similares': las Fallas de Valencia, la Feria de Málaga, la Tomatina de Buñol (Valencia) y el Pilar de Zaragoza. La conclusión es que en los Sanfermines no se registran más casos de abusos o agresiones sexuales. "La cifra total de denuncias en el periodo 2004-2017 en base a los datos del Ministerio de Interior refleja que en los Sanfermines se han registrado 74 durante estos 14 años, una más que en la Feria de Málaga (73) o 10 más que en Fallas (64), frente a las 52 del Pilar y las cuatro de la Tomatina. A la hora de comparar los datos, hay que tener en cuenta la duración de cada una de estas fiestas: nueve días en Pamplona y Zaragoza, ocho en Málaga, cinco en Valencia y uno en Buñol", se podía leer estos días en los periódicos.
El estudio ha sido realizado por encargo del Área de Seguridad Ciudadana y Convivencia del Ayuntamiento de Pamplona con la finalidad de "dimensionar la magnitud del fenómeno" de las agresiones sexistas en los Sanfermines, partiendo de la hipótesis de que "la fiesta de San Fermín no se caracteriza por reunir elementos específicos y diferenciadores que favorezcan la violencia sexual, o no en mayor medida que otras festividades y localidades".
Todo esto ocurre mientras distintas organizaciones feministas España han propuesto que este año el color negro sustituya al blanco y rojo tradicional de estas fiestas, aspecto este que ha generado también polémica. En Pamplona organizaciones de mujeres reivindican que la fiesta se celebre vistiendo los colores de siempre, “con total normalidad,” porque cualquier excepción sería en parte una victoria de los abusadores que siempre necesitan propaganda y público para sus repugnantes acciones. Estos cobardes no sólo violan y abusan sino que además necesitan que otros, tan cobardes y miserables como ellos, vean el acto y así poder exhibir su trofeo. Sea como fuere los miembros de la manada están de momento libres y a su víctima jamás se le olvidará ese terrible 7 de julio. ¡Basta ya!