Piden al Sescam contratar a 11.000 enfermeros para estar a la altura de la Unión Europea

El Sindicato de Enfermería ha presentado un documento en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) pidiendo que en los hospitales de Castilla-La Mancha se contraten 11.000 enfermeros para adecuarlos a las ratios de la Unión Europea.

En un comunicado de prensa, coincidiendo con la conmemoración hoy del Día Internacional de la Enfermería, Satse ha recordado que han pedido al Sescam que "doten adecuadamente las plantillas de enfermería, matronas y fisioterapeutas de los centros sanitarios de la región para adecuarlas a la ratio existente en los países comunitarios y acabar con la deficiente dotación de profesionales en hospitales y centros de salud".

Satse ha entregado en la sede del Sescam, en Toledo, un informe dirigido al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, y a la directora gerente del Sescam, Regina Leal, en el que se refleja que en los centros sanitarios públicos de Castilla-la Mancha hay un déficit de más de 11.000 profesionales de enfermería para adecuarse a las ratios de la UE.

El informe "Gestión de recursos humanos sanitarios en hospitales de Castilla-La Mancha" realizado por Satse refleja que el promedio de enfermeras por 1.000 habitantes es de 7,2 en la OCDE, "muy lejos" de los 3,3 que hay en Castilla-La Mancha, por lo que para igualar la región con la media de la OCDE se necesitarían en Castilla-La Mancha 11.369 profesionales de enfermería, de ellos 2.000 en los centros sanitarios de la provincia de Albacete; 2.503 en Ciudad Real; 1.184 en Cuenca; 1.542 en Guadalajara y 4.140 en Toledo.

Este informe refleja igualmente que las ratios enfermeras-pacientes en los centros sanitarios de la región se alejan de las recomendaciones internacionales de una enfermera por cada 4-6 pacientes en unidades de hospitalización y de una enfermera por cada 1-2 pacientes en unidades de críticos.

Para el Satse, este déficit supone que los profesionales de enfermería que trabajan en los centros sanitarios del Sescam deben soportar la carga de esas enfermeras que faltan y que repercute directamente no solo en los profesionales, que presentan en mayor medida patologías asociadas al estrés, sino que produce un aumento de la mortalidad de los pacientes.