La Junta activa el METEOCAM ante la alerta roja por calor en zonas de Castilla-La Mancha
El Gobierno regional ha activado el Plan específico ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos (METEOCAM) en fase de alerta a causa de las altas temperaturas en la provincia de Ciudad Real, donde se prevé temperaturas máximas de 44 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Así, las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología para el día de este jueves establecen una alerta roja en el Valle del Guadiana (Ciudad Real), con temperaturas que pueden llegar hasta los 44 grados centígrados, entre las 14:00 y las 20:00 horas de hoy, según ha señalado la Junta en nota de prensa.
El resto de la región permanece también en alerta naranja, según el boletín de la AEMET, excepto las comarcas de las Parameras y la Sierra de Guadalajara y la Alcarria de Cuenca, que se encuentran en nivel de alerta amarilla.
Medidas de prevención
También desde el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha, se ha comenzado a realizar un seguimiento permanente de aquellos incidentes causados por las altas temperaturas.
Y se ha procedido a informar a los ayuntamientos, diputaciones provinciales y a los grupos de intervención en emergencias concernidos, para que puedan establecer las medidas de prevención, seguimiento y respuesta que estimen oportunas.
Los ciudadrealeños, grandes afectados en esta ola de calor, han notado especialmente sus efectos que se han traducido en diversas escenas, como la de Manuel Sánchez, un hombre de 56 años que trabaja en la construcción y que ha asegurado a Efe que "la temperatura real de los termómetros se unía la sensación térmica de estar sufriendo una temperatura aún mucho mayor".
Ante esta subida significativa de las temperaturas los ciudadanos deben tener en cuenta que deben evitar las salidas y las actividades en las horas más calurosas, generalmente entre las 14:00 y las 18:00 de la tarde, así como los trabajos que requieran un importante esfuerzo físico.
Las personas de alto riesgo como los niños y las personas mayores de 65 años deben hidratarse de una manera constante, beber líquidos en abundancia, incluso sin sed, y evitar las comidas copiosas.
El golpe de calor puede sobrevenir cuando el cuerpo no llega a controlar su temperatura, lo que se detecta porque el afectado puede tener la piel caliente, roja y seca, sufrir dolores de cabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa, así como confusión, convulsiones y pérdida de conocimiento