Que Podemos haya dado por primera vez el paso de entrar en un gobierno del PSOE, como ha ocurrido esta semana en Castilla-La Mancha, ha abierto nuevos horizontes en otras comunidades en las que el partido se encuentra en una situación similar: apoyo parlamentario a un gobierno del que no forma parte.

Como informa El Mundo este domingo, desde el partido morado se descarta que vaya a haber un efecto dominó, pero ya hay sitios en los que se está planteando la posibilidad, particularmente en Baleares. Esta es la radiografía de la situación de las relaciones entre los partidos de izquierda en las autonomías.

Podemos celebra en octubre su segundo congreso regional dividido en dos sectores que, entre otros asuntos, discrepan sobre si deben entrar a formar parte del Gobierno que preside el PSOE y en el que también están los nacionalistas mallorquines de Més. El actual líder, Alberto Jarabo, quiere seguir el ejemplo de Castilla-La Mancha, mientras que su oponente, la portavoz parlamentaria Laura Camargo, aboga por mantener el actual pacto de legislatura y la estrategia de tensión con socialistas y nacionalistas para reforzar a Podemos.

La decisión se tomará en el marco de ese congreso, que incluye primarias para dilucidar el liderazgo. No obstante, habrá que contar con la predisposición del PSOE y de Més a un Gobierno de coalición.