El candidato a la reelección como secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha en las primarias del partido y presidente de la región, Emiliano García-Page, ha asegurado que no le gustan las discusiones internas y que su batalla no está dentro del Partido Socialista.

"No me veréis en una pelea contra un compañero", ha asegurado García-Page en EL encuentro que ha mantenido con militantes socialistas en la caseta que ha montado el PSOE, en el marco de la celebración de las ferias de San Mateo de Talavera de la Reina.

Y ha añadido que, incluso la batalla contra sus adversarios políticos, siempre la ha librado "con respeto y sin insultar".

García-Page ha considerado que es el momento de dialogar y discutir y ha afirmado que la misma fuerza que necesitó hace dos años para ganar, la va a necesitar también dentro de dos años.

Ataques del PP a compañeros de partido

Por otra parte, ha criticado la época "oscura" de gobierno del Partido Popular en Castilla-La Mancha, porque hubo mucha gente que sufrió en la región, "de manera muy especial" algunos dirigentes del PSOE "a quienes intentaron atacar a base de querellas y denuncias".

En concreto, se ha referido al que fuera director general de Deportes, Roberto Parra al exalcalde de Talavera, José Francisco Rivas, y al secretario general del PSOE local, José Gutiérrez.

"Utilizaron el insulto y la calumnia, pero los tribunales terminaron reconociendo su capacidad y su decencia", ha concluido.

El también presidente de Castilla-La Mancha ha avanzado que mañana estará de nuevo en la ciudad, para poner en valor las obras que se están llevando a cabo en el colegio Bartolomé Nicolau.

En este sentido, ha explicado que el Gobierno de Castilla-La Mancha quiere hacer "muchas cosas", aunque a veces se encuentra con dificultades, ya que las propias instituciones locales ponen "palos en las ruedas".

"Queremos reconstruir todo lo que se cargaron en cuatro años", ha manifestado García-Page, que pedido a los ciudadanos que no olviden lo que pasó durante el gobierno de María Dolores de Cospedal, ni el esfuerzo que hizo el PSOE "para aguantar y resistir".