El portavoz del PP en las Cortes, Francisco Cañizares, afirma que las relaciones políticas con el PSOE son "prácticamente inexistentes" tras las negociaciones sobre el presupuesto de la Junta para 2017 y opina que en el Gobierno regional "había gente que estaba de acuerdo" en pactar las cuentas con el PP.

"Cuando se negoció la posibilidad de que se apoyaran los presupuestos, yo creía que estaba muy cerca de llegarse a un acuerdo. De hecho, yo creo que en el Gobierno había gente que estaba de acuerdo con que llegásemos a un acuerdo y se sacasen adelante los presupuestos pactados entre PP y PSOE", afirma Cañizares en una entrevista concedida a la Agencia Efe.

Cañizares, que prefiere no dar nombres de quiénes -según su percepción- eran favorables a ese acuerdo, asegura que en las reuniones el PP expuso que su único requisito era que Castilla-La Mancha bajase a los impuestos al nivel de la Comunidad de Madrid, ante lo cual el Gobierno regional "mandó números" y señaló cuántos ingresos menos supondrían, pero que barajaban "más del Estado" con lo que se podría "compensar" y también indicaban dónde se podría reducir el gasto y dónde no.

Una reunión que truncó el acuerdo

"Se veía cierta inclinación por llegar a un acuerdo con el PP, yo creo que por algún miembro del Gobierno más del área política y económica del Gobierno", asevera Cañizares, que añade que tras la última reunión, de la que ambas partes no salieron "tarifando", "todo quedó truncado sin muchas explicaciones".

De hecho, afirma que tras salir de esa última reunión, el equipo negociador del PP supo, a través de los medios de comunicación, que el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha y actual vicepresidente segundo, José García Molina, tenía prevista una reunión al día siguiente en el Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de la Junta, y dedujeron que "si iba a Fuensalida, era porque la cosa estaba hecha".

"Si se hace pública una reunión era porque la reunión no iba a ser para hacerse una foto, sino para consumar un acuerdo que tenía que estar produciéndose fuera de esa negociación (en la que estaba el PP) y con otras personas", asevera Cañizares. A su entender, en esa negociación triunfaron aquellos que, en las filas del PSOE, "creían que la estrategia más interesante políticamente para ellos era aproximarse más a Podemos, como defendía Pedro Sánchez", que recientemente había sido reelegido secretario general del PSOE.

Sobre el acuerdo PSOE-Podemos

"El acuerdo sobre el presupuesto fue ninguno, porque el que se tumbó en abril fue el mismo que presentaron en agosto, solamente a cambio de que Podemos entrara en el gobierno, creo que para tenerlos controlados y asegurarse cierta estabilidad", reflexiona el portavoz del PP, que considera que dicha estabilidad "no sería mala si sirviera para sacar cosas adelante, pero lo malo es que parecía que la estabilidad era garantizarse paz para ellos, pero no progreso para Castilla-La Mancha".

Con todo, cree que el gobierno entre PSOE y Podemos que surgió de ese acuerdo presupuestario "no es que se haya matado a trabajar", porque a su parecer "hay mucha parálisis y mucho marcaje" e incluso tacha de "ridículo las competencias en temas antiyihadistas y antiterroristas de García Molina".