Page apunta a la mayoría absoluta en 2019 y está convencido de que Ciudadanos será la tercera fuerza en Castilla-La Mancha
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que, tanto por las encuestas que maneja como por la "sensación" que recibe de la opinión pública, el PSOE estaría "rozando" la mayoría absoluta en la Comunidad Autónoma, toda vez que tras tres años con Ejecutivo socialista "se han restablecido las constantes vitales de la región". "La ciudadanía ha sintonizado nuestra frecuencia".
En una entrevista con Europa Press, García-Page ha recordado que tradicionalmente en Castilla-La Mancha los resultados socialistas en procesos electorales autonómicos son siempre mejores que en comicios generales, por lo que sumando la nueva tendencia del CIS -con el PSOE en lo más alto superando en 10 puntos a PP y Ciudadanos- a las "sensaciones" que recibe de la opinión pública le hacen vaticinar buenos guarismos en la Comunidad Autónoma.
Sobre el próximo resultado electoral ha asegurado que Ciudadanos será la tercera fuerza política en Castilla-La Mancha y que la suma de fuerzas entre Podemos e Izquierda Unida "no se sabe cómo va a resultar". "No lo saben ni ellos. La última coalición similar a nivel nacional arrojó un millón menos de votos. IU hace la función de ancla del barco, pero tienen muchas diferencias de fondo", ha considerado.
Como balance de legislatura, García-Page ha presumido de "niveles y estadísticas" de los que se siente "orgulloso", como el Índice de Confianza Empresarial, la creación de empresas, el descenso de pacientes de la lista de espera o la mejora de los datos del paro. "Estamos contentos con la evolución. Hemos recolocado el puzzle de una Comunidad Autónoma que dejaron en los huesos. Y en muchos aspectos nos estamos adelantando y marcando la pauta de las políticas progresistas en materias como la lucha contra la violencia de género, la igualdad o el retorno del talento perdido", ha celebrado.
Un proyecto para ocho años
El líder del Ejecutivo autonómico ha recordado que el proyecto que inició en julio de 2015 estaba diseñado para ejecutarse en dos legislaturas. "Ya dije que nadie se engañara, que demoler era más fácil que reconstruir". Por ello se ha mostrado confiado en poder "culminar" sus planes en ocho años para dar por "restablecidas por completo las constantes vitales de la región".
"Si llega el caso, Castilla-La Mancha sería una región muy aseada y propicia para la inversión, la creación de riqueza y la redistribución de la misma. Una región ágil, viable, ligera", ha indicado.