En torno a 500 mujeres y niñas residentes en Albacete, la zona de la Sagra toledana, sobre todo en Recas, y en el Corredor del Henares, especialmente en Azuqueca de Henares (Guadalajara), están en riesgo de sufrir la mutilación genital femenina si viajan a sus países de origen, entre ellos Nigeria o Senegal.

Así se desprende del estudio "La mutilación genital femenina. La perspectiva de la población procedente de países de riesgo" que hoy han presentado en rueda de prensa la vicepresidenta de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha, Idoia Ugarte, y la directora provincial del Instituto de la Mujer en Toledo, Charo Navas. 

Ugarte ha señalado que esta investigación parte de una metodología cualitativa dado que, una vez identificado el problema, el objetivo pasa por desarrollar líneas de trabajo con las mujeres afectadas y, por ello, se han realizado entrevistas y talleres con hombres y mujeres procedentes de países donde existe riesgo de mutilación genital femenina para conocer "su percepción ante esta vulneración de derechos". 

"Dentro de Castilla-La Mancha hay zonas geográficas donde la población en riesgo de mutilación genital femenina es importante", ha advertido Ugarte, quien ha hablado de alrededor de quinientas mujeres en esta situación tanto en la zona de La Sagra, en especial en la localidad toledana de Recas, que cuenta con ciudadanas naturales de Senegal, Mali y Guinea Conacri, además de Albacete capital y Azuqueca de Henares (Guadalajara). 

Para hacer frente a estas cifras, la vicepresidenta de Médicos del Mundo en la comunidad ha enunciado varias acciones dirigidas a mujeres, hombres y profesionales del ámbito sociosanitario, dado que estos últimos "no cuentan con las habilidades y la competencia cultural" para abordar la mutilación genital femenina, "lo que provoca un efecto disuasorio, de no acudir al sistema sanitario", ha afirmado. 

Asimismo, ha destacado que el informe concluye que el conocimiento de las consecuencias que acarrea la mutilación genital femenina y los mitos que hay alrededor de ella son dos "elementos clave para cambiar la situación" y, por esa razón, ha apostado por trabajar con las mujeres habilidades de comunicación y resolución de conflictos. 

En este punto, ha insistido en la necesidad de abordar este problema desde una perspectiva intersectorial, tanto en el ámbito sanitario como social y educativo, de forma coordinada. 

Por su parte, Charo Navas ha recalcado que el esta investigación supone "un paso más" en el trabajo del Gobierno regional para visibilizar formas de violencia de género menos conocidas como la mutilación genital femenina, la trata y las agresiones sexuales. 

Ha afirmado que el estudio, que ha financiado el Instituto de la Mujer con 8.000 euros, viene a completar un trabajo que se inició al comienzo de la legislatura con la aprobación de un protocolo entre la Universidad de Alcalá de Henares, Médicos del Mundo, la Fundación Kirira y el Gobierno regional, donde intervienen varias consejerías. 

A este respecto, ha recordado que el organismo que dirige Araceli Martínez también ha trabajado en esta línea con el proyecto europeo "After" en la región, además de varias comisiones de seguimiento tanto de carácter regional como provincial a fin de analizar los posibles casos que puedan darse en la comunidad autónoma y una línea específica para la prevención de la mutilación genital femenina y proyectos que se desarrollen en la región.