El gran privilegio de los diputados y senadores que todavía cuesta una millonada a los españoles
Las Cortes Generales siguen dedicando 1,85 millones de euros al año para pagar pensiones e ingresos complementarios a 153 exparlamentarios jubilados, una cifra a la que se suman los más de 740.000 euros que se abonan como complementos de pensiones de viudedad a 70 parejas de otros veteranos políticos ya fallecidos.
El Congreso y el Senado suprimieron las conocidas como pensiones parlamentarias en 2011, en plena crisis económica, pero en la actualidad, según datos de febrero, todavía hay 105 exparlamentarios que las continúan recibiendo porque habían generado ese derecho antes de ese año.
Se trata de exdiputados y exsenadores que estuvieron un mínimo de siete años en el escaño y por los que el Parlamento paga mensualmente un total de 110.366,23 euros, lo que supone una cuantía de 1,32 millones de euros al año.
De esos 105 exparlamentarios, según los últimos datos de la Cámara Baja recogidos por Europa Press, un 47,6% reciben más de mil euros al mes y dos de ellos cobran más de 3.000 euros. Se trata del navarro Jaime Ignacio del Burgo, que ocupó durante 27 años escaño en el Congreso o el Senado por UPN y por el PP, y de Pablo Castellano, que tuvo asiento la Cámara Baja durante 16 años, primero con el PSOE y luego con IU. Ambos reciben 3.012,65 euros al mes.
La siguiente que más cobra es la abogada Cristina Almeida, quien fue diputada de Izquierda Unida durante once años, y que percibe 2.792,38 euros mensuales. Además, hay una docena de exparlamentarios que cobran una pensión de entre 2.000 y 2.500 euros y 15 a los que el Congreso abona entre 1.500 o 2.000 euros todos los meses.
Hay otros 20 cuya prestación está en una horquilla que va de los 1.000 a los 1.500 euros. Es el caso, por ejemplo, del que fuera líder de los 'guerristas' en Madrid, José Acosta, que percibe 1.132,98 euros mensuales. Acosta tuvo escaño en el Congreso durante 29 años (1979-2008) y fue condenado a un año de cárcel por las tarjetas 'black' de Caja Madrid.
La lista se completa con 18 exdiputados o exsenadores que reciben entre 1.000 y 500 euros mensuales, otros 29 cuya cuantía oscila entre los 100 y los 500 euros y seis que cobran menos de cien euros al mes del Congreso.
En 2011 también se decidió que los exparlamentarios a los que la duración de su mandato no les permitiera cobrar la pensión parlamentaria, así como, en su caso, sus cónyuges viudos o
sus hijos menores de 25 años, pudieran solicitar a las Cámaras la concesión de una ayuda económica, de carácter graciable, y por la cuantía y con las condiciones que las mesas del Congreso y del Senado decidan.
Este complemento de ingresos, que se cobra en doce mensualidades y cuya cuantía se revisa cada mes de septiembre, aún lo perciben 48 exdiputados o exsenadores. La mayoría, 21, perciben más de 1.000 euros: 13 entre 1.000 y 1.500 euros, cinco entre 1.500 y 2.000 euros y dos más de 2.000.
En concreto, el complemento de pensión más elevado corresponde a Ricardo García Damborenea, que fue secretario general de los socialistas vizcaínos, diputado entre 1982 y 1989 y que acabó siendo condenado por colaborar con los GAL. En concreto, se le castigó con siete años de prisión por el secuestro de Segundo Marey. Cobra al mes 2.048,94 euros.
Además, hay otros 16 exdiputados y exsenadores a los que las Cortes abonan entre 500 y 1.000 euros mensuales, ocho que perciben un complemento de entre 100 y 500 euros y tres otro inferior a los cien euros.
Además, en la actualidad hay 70 viudas que se benefician de esta ayuda. De ellas, la mayoría (33) reciben entre 500 y 1.000 euros al mes. Con una prestación de entre 1.000 y 1.500 euros hay 12, otras nueve perciben entre 1.500 y 2.000 y dos superan los 2.000. Por debajo de los 500 euros hay 13, una de las cuales no llega a los cien euros mensuales.