La Junta elogia el papel de los discapacitados para romper barreras y concienciar a la sociedad
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha señalado que las personas con discapacidad "están rompiendo barreras y haciéndonos pensar que tenemos que construir entornos inclusivos, que sean mucho más fáciles y accesibles para todas las personas". Así lo ha destacado la Consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, durante la celebración de las XX Jornadas de Asociacionismo de la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades físicas (APAYM-Cuenca), que han tenido lugar este sábado en la localidad de Villar de la Encina y en las que ha estado acompañada por la directora provincial de Bienestar Social en Cuenca, Amelia López; el alcalde de Villar de la Encina, Santiago Vieco; y el presidente de ASPAYM-Cuenca, José Luis Mora; entre otros.
Sánchez ha felicitado a la Asociación ASPAYM-Cuenca, y en especial a su presidente, José Luis Mota, por ser "un referente en la atención a las personas con discapacidad y sus familias". La consejera ha destacado la "humildad" y "generosidad" de esta Asociación, que además, ha aseverado, está "completamente implicada en concienciar a la sociedad de la importancia de la prevención".
La titular de Bienestar Social del Gobierno regional, que ha aprovechado su participación en las jornadas para conocer el municipio y visitar la Vivienda de Mayores, también ha destacado que Villar de la Encina, puede "presumir de ser accesible para las personas con discapacidad", pero también para las personas mayores, y para la infancia. Sánchez ha recordado que ayer se celebraba por primera vez el Día Nacional de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
ASPAYM-Cuenca es una asociación sin ánimo de lucro de ámbito provincial que nació en el año 1998 con el objetivo de conseguir la plena integración de las personas con discapacidad física, y mejorar su calidad de vida. A nivel nacional está integrada en la Federación Nacional de Asociaciones de este colectivo, con sede en el Hospital Nacional de Parapléjicos, que cuenta con 7.000 socios, más de 650 trabajadores y cerca de 500 voluntarios.