La mano derecha de Page señala al PP cuál debe ser su primer acuerdo en materia de agua
El secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez, ha afirmado este martes que “el primer acuerdo en materia de agua” entre socialistas y populares "tiene que ser la derogación inmediata del pacto de la vergüenza alcanzado entre Cospedal y Rajoy para favorecer los intereses de Murcia: el Memorándum Tajo-Segura".
En declaraciones a los periodistas a las puertas del Congreso de los Diputados, Gutiérrez ha recordado al líder del PP en la región, Paco Núñez, que “todo el agua que se trasvasa” del Tajo al Segura “se debe al pacto de la vergüenza entre Rajoy y Cospedal en materia de agua”.
"Cada vez que se abre la compuerta, el PP de Castilla-La Mancha debería pedir perdón por esa traición que se produjo ya hace algunos años en los que el Gobierno de Cospedal cedía la razón al Levante en sus reivindicaciones”, ha señalado Gutiérrez, para apostillar que, si hoy los trasvases en España "se realizan de manera automática sin que haya margen para la decisión política", es como consecuencia de ese acuerdo.
Por ello, ha considerado “imprescindible que, si tanto le molesta al presidente del PP en Castilla-La Mancha, si tanto le duele como al Gobierno de Castilla-La Mancha y al Partido Socialista, que facilite un gobierno para que cambie el Memorándum de la vergüenza de manera inmediata con la abstención”.
Y ha invitado a Núñez a firmar un acuerdo en base a tres condiciones: "abandonar la demagogia, derogar lo que Cospedal aprobó con Rajoy en materia de agua y enfrentarse a Murcia y al PP en Génova".
“Esas son las tres razones por las que entenderíamos que se está en una voluntad de llegar a un acuerdo”, ha afirmado el número dos del PSOE castellano-manchego, que ha añadido que, tras 30 años, “parece que al PP le han entrado las prisas por enmendarse así mismo”, lo que, no obstante, ha celebrado.
Por otra parte, respecto a la posición del PP con la financiación autonómica, el secretario regional de Organización se ha mostrado preocupado por la intención del PP de hablar con Madrid y Andalucía y ha afirmado: "le quiero advertir de que sus aliados no son esos, son sus enemigos, los enemigos de los intereses de Castilla-La Mancha".
Y ha justificado su planteamiento en que estas dos comunidades “defienden un sistema de financiación que es contrapuesto al interés general de Castilla-La Mancha, defienden recibir dinero por número de habitantes”, si bien la región necesita dinero para mantener los servicios públicos en base a otros criterios.