Las poblaciones de la región estallan ante la llegada de turistas madrileños, pero se garantiza su atención
Muchos de los municipios de Castilla-La Mancha han estallado. Están hartos de que en pleno estado de alarma su población se haya multiplicado con motivo del festivo de San José y el consiguiente puente que muchos habitantes de otras ciudades han aprovechado para acudir a sus segundas residencias. Como es lógico, ello ha provocado que se hayan disparado en algunas de ellas los casos de positivos por coronavirus, a pesar de haber tenido a sus empadronados convenientemente confinados.
Sin duda, uno de los ejemplos más palmarios es el de Villar de Cañas, en Cuenca, habitualmente en los 'papeles' por la construcción de un silo nuclear que ha dejado paso en la agenda informativa a la pandemia. Y es que su propio alcalde,José María Saiz, ha dictado un bando municipal por el cual ordena que toda la población de la localidad permanezca recluida en su domicilio ante el preocupante avance de los casos de coronavirus registrados en el municipio, repunte que eleva a dos vecinos ingresados en el hospital y siete personas en aislamiento domiciliario.
Desde el Ayuntamiento conquense se achaca este incremento a la mayor afluencia de personas que abandonó la capital de España el pasado fin de semana para instalarse en sus segundas viviendas ubicadas en la urbanización de Casalonga, que cuenta con medio millar de casas.
Algo similar ha sucedido en el municipio ciudadrealeño de Guadalmez, donde su Ayuntamiento ha comunicado este viernes, a través de su bando móvil, la primera alerta por un posible caso de coronavirus en la localidad, que sería también el primero en toda la comarca Montesur y correspondería a un vecino procedente de la Comunidad de Madrid.
La regidora, Gloria Chamorro, ha pedido a los vecinos que "mantengan la tranquilidad", pues la persona posiblemente afectada "permanece aislada en su vivienda" y ha asegurado que mantendrá informados a los vecinos "en todo momento".
Quejas en redes sociales
Estas situaciones, incomprensibles para aquellos que siguen a rajatabla el confinamiento, se están denunciando especialmente en las redes sociales, que se han convertido en "el muro de la vergüenza" donde se 'clavan' fotografías o textos con el hartazgo de los ciudadanos de los pueblos castellano-manchegos que, habitualmente, se convierten en el refugio de fin de semana de las personas que viven en las grandes ciudades.
Ni siquiera la prohibición taxativa de desplazarse por el territorio nacional sin causa justificada y dentro de los márgenes del decreto de estado de alarma ha frenado este goteo. Un ir y venir de viajeros que puede hacer que la propagación del virus sea mayor y llegue a zonas donde no se detectaban focos destacados. Poblaciones que además, en muchos casos, cuentan con índice importante de personas de avanzada edad que se convertirían en pacientes de riesgos en caso de contagiarse.
Se les atenderá, aunque preocupan
El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz,también ha mostrado su preocupación ante el aumento de afluencia de vecinos de la Comunidad de Madrid a localidades fronterizas con la región vecina en los últimos días, si bien ha querido dejar claro que tendrán la atención sanitaria garantizada si fuera necesario.
Tras una rueda de prensa desde el Palacio de Fuensalida, Fernández Sanz ha indicado que se registra una mayor afluencia de personas. "Está viniendo mucha gente, pero vamos a dar respuesta".Así, ha insistido en que se garantiza la asistencia sanitaria a cualquier persona. "Daremos respuesta por la relación que tenemos con Madrid, y con la solidaridad que desde esta región tenemos para todas las personas que nos visiten", ha dicho.