José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente de Castilla-La Mancha

José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente de Castilla-La Mancha

Región ESTUDIA LA SITUACIÓN PARA VER SI LA DESESCALADA TIENE QUE SER ASIMÉTRICA

Castilla-La Mancha se plantea si pedir o no el pase de las cinco provincias la próxima semana a la fase 2

17 mayo, 2020 14:14

El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha afirmado que el Ejecutivo autonómico todavía no ha tomado una decisión sobre si la próxima semana pedirá que la región al completo pase a la fase 2 de la desescalada o si se continuará con una desescalada asimétrica, ya que las provincias de Ciudad Real, Albacete y Toledo entrarán este lunes en fase 1, mientras que las de Cuenca y Guadalajara ya llevan una semana instaladas en esta etapa.

Martínez Guijarro, a preguntas de los medios durante la rueda de prensa que ha ofrecido este domingo, ha recalcado que desde la Junta tomarán esa decisión "en la próxima semana", pero primero quieren ver la evolución de los datos sobre la incidencia del COVID-19 antes de realizar su propuesta al Gobierno central.

Con respecto al balance de esta primera semana de fase 1 en las provincias de Cuenca y Guadalajara, el vicepresidente ha asegurado que este primer paso en la desescalada "no ha tenido incidencia ninguna" en el control de la epidemia en estos territorios. "Los datos lo ponen de manifiesto", ha reafirmado.

Normalidad

En este sentido, ha recalcado que la semana en estas provincias se ha desarrollado "con absoluta normalidad, dentro de la aplicación de una fase de desconfinamiento por la crisis sanitaria", aunque ha insistido en que la relajación de las medidas de confinamiento "no ha afectado negativamente al control de la pandemia".

José Luis Martínez Guijarro ha puesto en valor la "responsabilidad" de los ciudadanos de la región, así como la respuesta de los profesionales sanitarios y la prioridad del refuerzo de las plantillas sanitarias por parte del Gobierno autonómico como las "claves" que han permitido la reducción de la afección de la pandemia en Castilla-La Mancha que ha permitido a las cinco provincias pasar a la fase 1 de la desescalada.