Page destaca la figura de Calviño dentro del Gobierno de Pedro Sánchez tras el polémico pacto con Bildu
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez, defensa que en todo caso ha personificado en la figura de la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, al tiempo que ha reclamado a la oposición que deje "de torturar" al Ejecutivo.
"Mi apoyo al Gobierno, sobre todo a la vicepresidente económica, que tiene que defender a España en Europa", ha dicho expresamente García-Page en una rueda de prensa desde Cuenca, donde ha reclamado que "todo el mundo trabaje ahora para reconstruir el diálogo social".
"No cabe tomar medidas aisladas ni unilaterales. España necesita grandes acuerdos, no solo políticos, y cuando más transversales y menos frentistas, más van a ayudar a que sean duraderos en el tiempo", ha dicho.
Este jueves, fuentes cercanas a García-Page reconocieron que el presidente castellano-manchego estaba "dolido y perplejo" por el pacto firmado por el PSOE yBildu, con el visto bueno de Pedro Sánchez, para derogar la reforma laboral del PP.
Varios medios nacionales han publicado que Calviño, como vicepresidenta económica, se plantó ante el presidente del Gobierno cuando tuvo conocimiento del pacto firmado con Bildu, cuyas negociaciones comandaron ministros de Unidas Podemos y la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra.
Calviño exigió al presidente dar marcha atrás al considerar inapropiado y contraproducente en las circunstancias actuales derogar íntegramente la reforma laboral aprobada por el PP en 2012. Algunas fuentes apuntan incluso a que amagó con dimitir.
Solo tres horas después de hacerse público el pacto con Bildu, el PSOE tuvo que salir a contradecirse con una nota aclaratoria. Lo que en principio iba a ser una derogación íntegra de la reforma laboral, finalmente se quedaría en eliminar los artículos que consideran más lesivos de la misma para los trabajadores, algo que soliviantó al resto de firmantes, incluidos los miembros de Unidas Podemos en el Gobierno.
"No es momento de plantear una crisis de autoridad"
Sobre la gestión de la crisis sanitaria, García-Page ha apuntado que si el Gobierno va a ser "responsable" --que no "culpable"-- de la crisis motivada por el coronavirus en tanto que es responsable de las decisiones tomadas, por lo que todos los partidos políticos "deberían de estar obligados a criticar lo que quieran, a machacarlo, pero tendrían que permitirle tomar esas decisiones".
Ahora "no es momento de plantear una crisis de autoridad" del Gobierno, ya que "hay que tomar decisiones, aunque algunas sean erróneas". "Es mejor tomarlas a que te las tomen otros", ha añadido García-Page.
Es por ello que ha dicho solidarizarse con las "intenciones" no solo del Gobierno de España, sino de todos los gobiernos autonómicos, ya que todas las administraciones "se están intentando guiar por la obsesión de salvar vidas".
En este escenario, ha cargado duramente contra la oposición que plantea "la extorsión o la tortura política". "No hay derecho. Se puede criticar todo lo que se quiera, pero no quebrar la autoridad del Gobierno", ha enfatizado.
Así, García-Page asegura que entiende y apoya todas las intenciones de salvar vidas y asume que "el mejor instrumento es el estado de alarma, pero sin alarmar al Estado".
El "ejemplo" de Ciudadanos
En este punto, ha pedido a partidos de la oposición que "tomen ejemplo" de Ciudadanos, que ha optado por "apoyar al país, con lealtad y generosidad", algo que "merece el reconocimiento de cualquiera".
"Lo digo como lo siento", ha enfatizado, añadiendo que el "desprecio permanente a la vida" que a su juicio tienen otros partidos de la oposición "no son válidos para hablar de salvar vidas".
Con todo, García-Page ha reconocido que ayer fue para él "un mal día" en términos políticos, y ha llamado a "reconstruir puentes y consensos en el diálogo social, mirando con luz larga".