El coronavirus pierde fuerza, según un estudio científico hospitalario
Un estudio científico esperanzador sobre el coronavirus. Está perdiendo fuerza porque se ralentiza su producción. La carga viral en pacientes es cada vez menor.
El estudio es de los laboratorios delGrupo HM Hospitales, que preside Juan Abarca, y ha revelado unas conclusiones preliminares muy esperanzadoras sobre el coronavirus. Lacarga viralencontrada en las muestras analizadas de pacientes en las últimas semanas esmuchísimo menor
«El virus ya no se copia tanto», publica OK Diario citando "fuentes próximas a este estudio", que aún sigue en marcha. Las conclusiones son parciales y no se pueden extrapolar aún, pero el análisis de6.000 muestrasde pacientes y sanitarios ha revelado que la rapidez con la que el virus se reproduce o se «copia», ha descendido muy significativamente.
Cuanta menos carga viral haya en el organismo de una persona infectada,menos posibilidad hay de contagio, por lo que los resultados del estudio son a todas luces una buena noticia.
Las gráficas que aporta el estudiorevelan dos fuertes picosde carga viral, hallados en las muestras correspondientes a la semana 13 y a la 16 del año (unidad de medida temporal de las epidemias, también de la gripe). Los picos, por encima de las 80.000 ‘copias’, se produjeron dos semanas después del fin de semana de lasmanifestaciones del 8-My dos semanas después de que el Gobierno reiniciase la actividad laboral en sectores no esenciales.
La carga viral se desploma y alcanza su mínimo en la semana 19. Se trata de los días que transcurren entre el 4 y 10 de mayo. Una semana significativa, ya que fue en ella en la que Sanidad decidió, por primera vez, no permitir el salto de la Comunidad de Madrid a la fase 1 de la desescalada.
El estudio no puede concluir aún si este descenso está relacionado con otros factores, como la subida de temperaturas.
Otra posibilidad que está sobre la mesa es que el virus «haya perdido muchas cadenas por el camino» durante sus semanas de reproducción y salto de cuerpo en cuerpo. En esas ‘copias’, el virus ha podido mutar y convertirse en un patógeno menos agresivo.