El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado partidario de "intentar" que esta crisis "alumbre un escenario político" o incluso "una nueva legislación electoral" que evite que las instituciones del Estado "no puedan ser un zoco, donde dos terminan consiguiendo mucho más que 140".

En el acto de firma del Acuerdo por la reconstrucción social y económica de Castilla-La Mancha junto a PSOE y Ciudadanos, García-Page ha señalado que los acuerdos tiene un objetivo y un límite "claro", que sean de "España y para toda España".

Dejando fuera, ha incidido, a aquellos que "han amparado la violencia", que están "no en la línea roja, sino en la negra".

Ha puesto en valor el papel de Ciudadanos al apoyar el estado de alarma "por sentido común", en un acuerdo que es para toda España y que facilita para "unir puentes", a diferencia de los que "hasta con el COVID-19 mercadean".

Se ha mostrado sorprendido de que sea más fácil lograr un acuerdo "amplio y transversal" en Europa que en España, abogando por aplicar "medicinas nuevas" ante esta situación excepcional y no caer en la "medicina medieval" para resolver problemas políticos.

En este punto, se ha dirigido a aquellos dirigentes del independentismo catalán que han mencionado la palabra "nacionalizar" en el escenario de crisis de Nissan.

"Frente a la gran crisis de Nissan escuchar a dirigentes que la palabra que se le viene es nacionalizar(...). Pero que nacionalice España, fíjate que forma tan distinta de interpretar el concepto de nación", ha expresado el presidente castellano-manchego, tildando de egoísta tener este concepto de nación.