Page presume de inversión sanitaria y educativa pero muestra su preocupación: "Esto habrá que pagarlo"
El presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, ha considerado este lunes que debería producirse un acuerdo de Estado en torno a los fondos europeos que recibirá España como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
García-Page ha propuesto este acuerdo durante al inauguración en Puertollano de las instalaciones del Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) de Puertollano (Ciudad Real), donde ha recordado que Castilla-La Mancha ha sido la región que más ha invertido en la lucha contra la COVID-19 en relación a su PIB.
En este punto, ha resaltado que ello ha sido, no solo por el impacto que tuvo la pandemia en Castilla-La Mancha durante la primera ola, sobre todo debido a la ubicación geográfica, sino también a que en la región se invierte "mucho en sanidad, en los servicios sociales, en las residencias" o en la contratación de personal docente, pues ha apuntado que para este inicio de curso, en la comunidad autónoma se han contratado a más profesores que en Andalucía, que tiene casi 9 millones de habitantes.
"Esto habrá que pagarlo", ha afirmado García-Page, que ha considerado que "solo puede haber un planteamiento de futuro que deje tranquilos a quienes estamos tirando del carro" y, a su entender, pasa por "que en España se abra un cierto camino de consenso".
En este sentido, ha indicado que no plantea que "se pongan de acuerdo todos los partidos para un presupuesto concreto", pero sí que "sea objeto de un acuerdo de Estado importante" el montante de ayudas que llegarán de la UE para hacer frente a los efectos de la pandemia.
A su modo de ver, ello es posible porque las 17 comunidades autónomas "incluyendo los independentistas, que no han perdido de vista sus veleidades", se han puesto de acurdo con el Gobierno central, por lo que ha considerado que "poder se puede".
También ha deseado que exista consenso a la hora de comprar la futura vacuna contra el coronavirus, para que no se repita "el desbarajuste" que se vivió al principio de la pandemia en cuanto a la compra de material sanitario, como las mascarillas.