Oramas confiesa a Esther Esteban su gran temor: que Canarias sea la nueva Lampedusa
La coeditora de EL DIGITAL CLM Esther Esteban ha entrevistado para El Economista a Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados.
La diputada canaria ha repasado los principales temas de la agenda política y social del país, como la crisis migratoria que está afrontando estos días su archipiélago por la avalancha de pateras procedentes de la costa africana. Sobre esta situación, Oramas no vacila a la hora de tildarla de "gravísima." Bajo su punto de vista, "el Gobierno, en la peor situación económica y de inmigración, nos ha dejado tirados y convierte a Canarias en una Lampedusa, en un Lesbos, en una jaula, tal como ha dicho el propio presidente de Canarias, que es socialista."
"La economía canaria depende del turismo, y estamos abriendo los informativos británicos y alemanes con que la nueva Lampedusa es Canarias. Esto mata la esperanza de que en diciembre se reabra el mercado británico e inglés," añade.
Como solución al problema, cree que el Ejecutivo de Sánchez tiene que mirarse en el espejo del anterior Gobierno del PSOE. "En ese momento se aplicó la solidaridad de todas la Comunidades Autónomas en el acogimiento de menores, lo contrario que ahora y además se pusieron barcos de Frontex en todos los puntos de salida de la costa africana," recuerda.
La situación, con miles de inmigrantes en el archipiélago es cada vez más grave e incluso teme que podría estallar. "La única decisión real que ha tomado el Gobierno es traer las dos unidades antidisturbios más importantes que estaban en la Península a Canarias" en lugar de "dar soluciones humanitarias."
Otro de los temas sobre los que Oramas opina es la gestión de la ley de presupuestos. Confiesa que Coalición Canaria estaba "dispuesta a dar su apoyo si se tenían en cuenta las necesidades de Canarias," un ofrecimiento que el Gobierno no ha tenido en cuenta.
Por último, preguntada sobre si se está desatando demasiado optimismo con las vacuna 'anti-covid',sostiene que "tendremos una parte pequeña de vacunas en los seis primeros meses y, cuando lleguen, se les pondrá a los sanitarios y a la población más vulnerable," y que "hasta pasado un año o dos no se podrá vacunar a la mayoría de la población," por lo que "no debemos crear expectativas falsas, porque eso abre expectativas económicas y decisiones individuales que los ciudadanos tendrán que tomar."