Carmen Quintanilla es la presidenta nacional y fundadora de AFAMMER, organización no gubernamental que nació en 1982 y que hoy se ha convertido en el principal movimiento asociativo de mujeres rurales en España con más de 195.000 socias.
La presidenta nacional de Afammer considera que a pesar de que se ha demostrado la gran importancia que tiene el medio rural a la hora de alimentar a la sociedad y mantener la economía de todo un país, el esfuerzo realizado por sectores fundamentales como la agricultura y la ganadería durante los momentos más duros de la pandemia no se están viendo recompensados.
Además señala un aumento de las desigualdades “ya existentes” en materia de brecha digital, conciliación y corresponsabilidad o la ausencia de servicios y escasez de infraestructuras. Sin embargo, apunta que a pesar de las dificultades las mujeres rurales han estado al pie del cañón y han demostrado su solidaridad con las personas más vulnerables.
La solidaridad y el esfuerzo que han realizado las mujeres de Afammer ha sido reconocido con numerosos reconocimientos a nivel nacional e internacional. El pasado mes de febrero recibió el Premio a la Solidaridad Civil que el Comité Económico y Social Europeo concede a proyectos de la Unión Europea que han contribuido de una manera excepcional a la lucha contra la covid y sus desastrosas consecuencias.
Afammer también recogió el Premio Berdinna, el máximo galardón en materia de igualdad que otorga el Gobierno Foral de Navarra; el Premio Ruralmur; el Sello a la Responsabilidad Social 2022 del Gobierno de Aragón o el Premio Nacional a la Conciliación que la Fundación Alares otorgó a Carmen Quintanilla.
El año 2021 ha sido un año lleno de reconocimientos para Afammer pero también de retos. ¿Qué iniciativas están llevando a cabo en torno a la recuperación post covid en el medio rural?
Las mujeres de Afammer no hemos parado de trabajar ni un solo momento porque somos conscientes de que todavía tenemos un largo camino por recorrer para paliar las consecuencias económicas y sociales de esta pandemia.
El año 2021 ha estado lleno de proyectos enfocados a romper la brecha digital que afecta a las zonas rurales como el proyecto de Iluminación Digital que desarrollamos con Endesa con el que hemos llegado a más de 4.000 personas y pymes del medio rural que gracias a este programa podrán impulsar de forma gratuita e-commerce para vender productos o servicios.
También hemos desarrollado diferentes programas para la formación y el acceso al empleo de la mujer rural, conscientes de que hoy es más importante que nunca dar a las mujeres las herramientas necesarias para que puedan emprender o acceder al empleo. Porque el empleo es igualdad y es justicia social.
Así mismo, hemos continuado sensibilizando y concienciando del importante papel que juegan las mujeres rurales en la era post covid a través de un ciclo de jornadas que han impulsado a la mujer como la pieza fundamental para desarrollar proyectos sólidos y competitivos en el medio rural después de la covid. Quince de estas jornadas las hemos desarrollado en Castilla-La Mancha.
Afammer también ha realizado un estudio para medir las consecuencias que la Covid-19 ha tenido en el empleo de las mujeres rurales de Castilla-La Mancha. ¿Qué conclusiones se han extraído?
El Estudio Covid-19 y perspectivas para el empleo rural manchego aporta una visión muy clara sobre cómo ha afectado la pandemia a los sectores turístico rural y el sector de la ayuda a personas de la tercera edad y al mismo tiempo aporta las líneas de actuación necesarias para revitalizarlos.
Este estudio financiado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha es fruto de las encuestas y los diferentes encuentros que Afammer ha mantenido con trabajadoras, desempleadas y empresarias de estos sectores que son fundamentales no solo para nuestras zonas rurales sino también para el desarrollo económico y social de la región.
Este estudio nos dice que tenemos que actuar de forma rápida, ya que el 100% de las empresas del sector de ayuda a las personas mayores y el 97,67% de las que se dedican a la diversificación de actividades hacia el turismo manifiestan que su actividad se ha visto afectada por la pandemia. Y el 100% de las empresarias reconoce haber visto reducida su facturación.
¿Qué se puede hacer desde las administraciones para ayudar a estas empresas?
Las diferentes administraciones deben impulsar las ayudas y medidas necesarias que den oxígeno a las empresas para que puedan adaptarse a esta nueva realidad que nos ha traído la pandemia, pues aunque estoy segura de que conseguiremos vencer al coronavirus también es cierto que debemos estar preparados ante posibles futuras epidemias.
En Afammer queremos alzar la voz, basándonos en las conclusiones de este estudio, para recordar el papel fundamental que estos sectores tienen en el desarrollo económico y social de Castilla-La Mancha pero también de España, pero sobre todo para las miles de mujeres y familias que viven de ellos.
Antes de la pandemia las mujeres rurales creaban el 54% del empleo autónomo rural en España. ¿Cómo les ha afectado la pandemia a las emprendedoras rurales?
Todavía no contamos con datos desagregados que puedan medir con exactitud la incidencia que el coronavirus ha tenido en el empleo rural femenino. Pero si disponemos de datos a nivel nacional que alertan que la fuerza emprendedora de las mujeres en España se está apagando a consecuencia de la pandemia y las consecuencias de una crisis que aun sufrimos.
El coronavirus ha traído grandes retrocesos en materia de igualdad que están dificultando que estas mujeres. Llegó cuando las mujeres lideraban la creación del empleo autónomo en España pues antes del covid emprendían 9 mujeres por cada 10 hombres. Sin embargo en 2020 el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos perdió 1.993 mujeres afiliadas mientras que el número de autónomos subió en 4.096 hombres.
En cuanto a las autónomas del medio rural, 8 de cada 10 deciden emprender en productos o servicios carentes en el entorno. Por lo tanto, apoyar su actividad emprendedora es apostar por el desarrollo sostenible y económico de nuestros pueblos, y también de todo el país.
Apoyar a las emprendedoras rurales significa crear riqueza, fijar población y apostar por el desarrollo sostenible de nuestros pueblos pero también de toda España, pues la vertebración social y económica de nuestro país depende del medio rural.
El pasado 25 de noviembre con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género alertaron que el silencio en torno a la violencia es mayor en las zonas rurales ¿A qué se debe?
Salir de la violencia de género es un reto mayor para las víctimas que residen en el medio rural. Para ellas es mucho más difícil denunciar o incluso verbalizar su situación a amigos y familiares debido a varios factores.
En primer lugar, es más difícil romper el silencio porque viven en entornos cerrados donde todo el mundo se conoce y donde importa mucho el “qué dirán”. También se suma el miedo y la vergüenza de sentirse señaladas o de disgustar a sus familias.
A todo esto, tenemos que sumar el hecho de vivir en un entorno donde la falta de recursos y de atención y ayuda para salir de la violencia están mucho más alejados. En este sentido me gustaría destacar que el 35% de los hogares en localidades de menos de 10.000 habitantes tan solo cuenta con un servicio público. Esto significa que en muchos casos las víctimas no cuentan con un cuartel de la Guardia Civil, un centro médico o un centro de la mujer donde acudir en busca de ayuda.
En lo que llevamos de año en España han sido asesinadas 40 mujeres, 15 de ellas residían en municipios rurales.
Desde Afammer desarrollan un servicio de asesoramiento y prevención específico para ayudar a víctimas o mujeres en riesgo que residen en el medio rural y que está financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. ¿En qué consiste?
A través de este servicio dirigido a mujeres que residen en zonas rurales asesoramos, ayudamos pero sobre todo apoyamos a las víctimas en este duro camino que supone salir de la violencia machista.
Desde Afammer les informamos de los recursos y servicios que tienen a su disposición para que puedan iniciar una nueva vida lejos de la violencia que sufren y conseguir una nueva vida de oportunidades para ellas y sus hijos. Las atendemos de forma presencial en la sede nacional que Afammer tiene en Ciudad Real y también de forma Telefónica o e-mail para aquellas mujeres que no pueden desplazarse hasta nuestras oficinas.
A través de este programa también realizamos charlas de prevención y sensibilización dirigidas a toda la sociedad rural para que entienda que la violencia machista es un problema de todos, y que tenemos que ayudar y acompañar a las víctimas.
El próximo año celebran el 40 aniversario del nacimiento de Afammer. ¿Cómo piensan conmemorar sus cuatro décadas de vida?
Nos gustaría celebrar la III edición del Congreso La Voz de las Mujeres que se ha consolidado como un gran punto de encuentro para las mujeres rurales de España y de toda la Comunidad Internacional. En el II Congreso celebrado en 2018, contamos con grandes ponentes en materia de igualdad y desarrollo rural, ocho ministros y con la presencia de S.M La Reina Doña Letizia.
Esperamos celebrarlo en el último trimestre del 2022 pues es una gran oportunidad para afrontar los grandes retos y desafíos de las mujeres rurales de todo el mundo en la recuperación post-covid.
Tenemos que alzar la voz para que desde las diferentes administraciones hagan todo lo posible por devolver a nuestro medio rural todo el esfuerzo que ha realizado. Y las mujeres de nuestros pueblos tienen mucho que decir en esta recuperación.