Pese a ser agosto, la agenda sindical de Pepe Álvarez está bastante activa. Llega a la sede regional de UGT Castilla-La Mancha en Toledo -el sindicato del que es secretario general desde 2016- para mantener un encuentro con compañeros antes de volver a coger el coche y dirigirse al parque temático Puy du Fou. Allí planteará la necesidad de formar una mesa de negociación para tratar las condiciones laborales de sus trabajadores.
Antes, atiende a EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM para hablar de reducción de la jornada laboral, financiación autonómica, impuestos, necesidades de los trabajadores o siniestralidad. En definitiva, repasar algunos de los principales temas de actualidad a pocos días del comienzo del nuevo curso político.
Pregunta. El 9 de septiembre retomarán la negociación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales con Gobierno y patronal. ¿Cómo afrontan la vuelta la mesa?
Respuesta. Yo creo que en esta materia la patronal ha estado jugando no muy limpio por no decir que jugando sucio. En su momento planteó que quería una negociación con los sindicatos, fuera del contexto de las negociaciones con el Gobierno. Entonces llegamos al acuerdo de mantener las negociaciones a tres a partir de los contactos que teníamos con la CEOE para finalmente no saber qué es lo que quieren. La pregunta es, ¿ustedes están dispuestos a reducir la jornada semanal a 37 horas y media? Si lo están, díganos las condiciones y vamos a ver si llegamos a un acuerdo.
P. En la última reunión antes del verano ya avanzaron que estaban dispuestos a plantear movilizaciones…
R. Si en este tiempo no han hecho nada, nosotros tenemos que pasar a la segunda fase, la de trasladar el debate a la sociedad. Estos argumentos que hemos ido viendo por parte de los empresarios -y a los que algunas fuerzas políticas tampoco han hecho ascos- no tienen ninguna base o la misma que cuando en el siglo XIX se decía que las empresas se iban a arruinar por instalar las vacaciones generalizadas.
Mire, pues no. Hace 40 años que no se toca la jornada máxima legal. En realidad estamos hablando de una reducción de 38 horas a 37 y media porque esa es la jornada media del país fundamentalmente fruto de la negociación colectiva y de la presión de los trabajadores. Ahora queremos concienciar en la necesidad de avanzar hacia los sectores que van a estar más afectados por la reducción. Al comercio, a la hostelería y al sector de servicios en general, y también a los trabajadores del campo y del sector primario para que las fuerzas políticas sepan que si votan en contra cuando llegue el asunto al Congreso, no les va a salir gratis. Que no piensen que una trabajadora de un comercio no tendrá presente esta cuestión, aparte de todo lo demás, en el momento de elegir la papeleta en las próximas elecciones.
P. El Ministerio de Trabajo ha intentado acercar posturas proponiendo a los empresarios una flexibilización a la hora de implementar la reducción de jornada. En este punto, ¿dónde sitúan ustedes la línea roja?
R. A mí nadie me va a escuchar situar condiciones antes de que la CEOE diga que está por la labor de las 37 horas y media. ¿Por qué vamos a hacerle concesiones si no nos han hecho la principal y fundamental que es decir que están a favor de negociar esta medida?
Para los trabajadores de nuestro país, que el acuerdo llegue incluyendo a la CEOE, es capital. No nos vamos a engañar, implementar la medida es mucho más difícil sin la patronal. Y políticamente, contar con la patronal genera un consenso infinitamente más amplio en el Congreso de los Diputados. Tampoco nos la queremos jugar como con la reforma laboral, que se aprobó porque un señor se equivocó a la hora de votar. Eso sí, también quiero decir a los empresarios que no abusen porque, si tiras mucho de la cuerda, igual se rompe y aquí los únicos que tienen capacidad de romperla son los trabajadores. Si como nosotros pensamos, esto forma parte de las necesidades colectivas, puede salir con un acuerdo y por lo tanto de una manera más ordenada y menos conflictiva, o sencillamente porque las fuerzas políticas en el parlamento decidan hacer el cambio de legislación en base a una inmensa mayoría de los ciudadanos que creen que se puede hacer y además tendrá repercusiones positivas para el país.
"Para los trabajadores de nuestro país, que el acuerdo de la reducción de jornada incluya a la CEOE, es capital"
P. Pongámonos en la pantalla que la reforma legislativa llega al Congreso. ¿Cree que hay posibilidades de que salga adelante con el actual equilibrio de mayorías?
R. Yo creo que sí y vamos a trabajar a fondo para ello. Si el Partido Popular quiere activar a su electorado más centrista, esta es su gran ocasión. Más allá de lo que puedan pensar, si hay una mayoría amplísima -como yo creo que la hay- de personas que lo quieren, van a tener un poco complicado no votar a favor o incluso abstenerse.
Y por otra parte, a mí me da la sensación de que los grupos parlamentarios independentistas, sobre todo Junts, del que podríamos dudar si va a apoyarlo, tendría muchas dificultades para explicar en Cataluña que tiene un posicionamiento muy independentista siempre que no toque sus intereses de clase. Por eso, tenemos que hacer hincapié especialmente en la sociedad catalana, y también en la sociedad vasca, para que haya un sentimiento muy amplio que no les deje margen para no votar a favor.
En todo caso nosotros tampoco descartamos que eso nos lleve a un proceso de movilizaciones que luego traslademos a la negociación colectiva si no se aprueba en el Congreso de los Diputados, porque la CEOE sabe que no es una cuestión que se juegue solo en el parlamento. También se va a jugar en la mesa de la negociación de los convenios colectivos y en la medida que hayamos sido capaces de crear esa conciencia de movilización.
P. Aquí en Castilla-La Mancha, el clima de la negociación entre agentes sociales y Gobierno es muy diferente. Aunque los asuntos que se tratan no tienen nada que ver con los del ámbito nacional, ¿echa de menos esa ‘paz social’?
R. Por una parte, a mí me parece que en las comunidades autónomas todavía no hemos sido capaces de generar ese espacio de concertación más allá de los grandes temas que a veces tienen muchas páginas, pero el contenido de fondo es más que discutible. Lo digo porque tienen que pasar a asumir plenamente sus responsabilidades. Hay algunas veces que da la sensación de que todo el mundo sabe qué cuestiones tienen que solventar los ayuntamientos, pero con las comunidades autónomas estamos ahí un poco a medio camino, ¿no? Si hay un problema sanitario, por ejemplo, la competencia es autonómica pero las políticas del Estado tienen un cierto peso porque presupuestariamente siempre está ese debate de si la comunidad tiene suficientes recursos o no.
Por eso es absolutamente impresentable hacer rebajas de impuestos injustificables cuando hay grandes necesidades de atender demandas, como la salud o la seguridad en el trabajo. También en empleo, las competencias de las oficinas de empleo están asumidas por las comunidades autónomas y tienen un margen de mejora sustancial. Estamos en un país con dos millones y medio de personas que buscan trabajo y hay dificultades para encontrar trabajadores, según dicen los empresarios. Por no hablar de la vivienda…
Respecto al ámbito del Estado, yo creo sinceramente que pese a las cosas que faltan por hacer, los cambios que se han producido en los últimos cinco años son extraordinarios. Yo no tengo en la memoria ningún momento en la historia de nuestro país que en tan poco tiempo se haya hecho tanto logrando un acuerdo de pensiones que revierte todas las reformas del Partido Popular o pasando de casi un 30 % de acuerdos temporales al 14 % por citar dos cuestiones.
P. Todas las comunidades autónomas que se encuentran en el régimen común coinciden en que es necesario un nuevo sistema de financiación, desde las infrafinanciadas como Castilla-La Mancha a Cataluña y su famoso cupo. ¿Cómo tiene que ser ese nuevo marco?
R. Lo primero que me gustaría decir es que me extraña bastante que esto se sitúe como si fuese algo nuevo. Como si no hubieran existido otros momentos en la historia reciente de nuestro país donde había necesidad de los votos de los partidos de unas determinadas comunidades para alcanzar la gobernabilidad de España y se consiguieran con un intercambio en la cesión de competencias. Los acuerdos del Majestic entre Puyol y Aznar son los primeros que abren la puerta a un cambio de modelo de financiación o al despliegue de los Mossos d'Escuadra como policía catalana.
"Los acuerdos del Majestic entre Puyol y Aznar son los primeros que abren la puerta a un cambio de modelo de financiación"
Quiero decir que a mí me parece que hay que quitarle dramatismo a esta situación. En realidad el sistema de financiación de las comunidades autónomas efectivamente necesita una negociación amplia, un amplísimo acuerdo y un cambio, porque todos los sistemas de estas características en los que hay diferentes singularidades -porque cada comunidad autónoma tiene alguna singularidad- necesitan una readaptación de manera global. Y en ese sentido, para nosotros el primer problema que tiene España es que la bolsa para repartir es pequeña y hay que decirlo. Esta política de bajada de impuestos que asola el país es un fraude para los trabajadores y las trabajadoras porque cuanto menos se pague menos derechos tendrás y en la bolsa, en la medida en que tiene poco dinero pues es muy difícil cubrir las necesidades de todas las comunidades. Por eso creemos que en el debate también se tiene que introducir el elemento de un sistema fiscal que permita que los servicios necesarios para los ciudadanos y las ciudadanas puedan ser cubiertos por las comunidades autónomas y por el Estado.
P. La famosa armonización fiscal, ¿no?
R. Eso es. Hay que limitar, sino eliminar, que las comunidades autónomas puedan hacer competencia desleal al vecino o al de la otra punta del país. A mí me resulta bastante extraño que desde Castilla-La Mancha no se hable de la situación de dumping que le hace Madrid con una rebaja de impuestos que sólo puede hacer una comunidad que tiene unos ingresos absolutamente brutales por ser la capital. En el resto del mundo, el estatus de las capitales es el contrario al que existe en España. Sin duda, el elemento de rebaja de impuestos es una de las cuestiones que hay que revisar.
Nosotros, lo que no vamos a dar por bueno es ningún acuerdo que no genere igualdad de derechos para los ciudadanos y las ciudadanas de nuestro país. Otra cuestión diferente sería si hay alguna comunidad autónoma que quiere subir los impuestos por arriba de lo que tiene el resto de comunidades y quiere dar servicios a partir de esa subida de impuestos pero en ningún caso la vía del dumping entre comunidades.
"Me resulta extraño que en Castilla-La Mancha no se hable del dumping fiscal que le hace Madrid"
P. Castilla-La Mancha está viviendo un verano letal de muertes en el trabajo. Hace una semana, tres trabajadores perdieron la vida con pocos días de diferencia. ¿Qué hay que hacer para acabar con estas tragedias?
R. Hay que actuar y a eso me refería cuando hablaba de las competencias de las comunidades autónomas. Hay que reforzar los servicios de prevención de riesgos laborales. La Inspección de Trabajo tiene que tener más medios para poder perseguir lo que en algunos casos son verdaderos asesinatos, porque no se puede calificar de otra manera como hemos visto muy claramente en muchos casos. Cuando son accidentes, que yo no justifico en ningún caso, hay que tomar todas las medidas necesarias para que no se produzcan. Si trabajamos con esta perspectiva, el número de siniestros se reducirá de manera drástica.
P. ¿A largo plazo también considera que hay que tomar medidas?
R. Desde luego. Para nosotros es fundamental actualizar la Ley de Riesgos Laborales, que no es muy antigua pero que está desfasada en puntos como el cambio climático. Hay que situar de manera clara en qué condiciones ambientales se puede trabajar y en cuáles no en el día a día, no sólo durante un periodo determinado de tiempo con altas temperaturas. ¿Por qué no se va a regular para que los trabajadores de las cocinas de los hoteles puedan trabajar en condiciones óptimas.
Digo esto porque siempre tenemos la tentación de situar este tema en el trabajo al aire libre, ya sea en el sector de la construcción o en el campo. Pero lo hay que hacer es considerar el asunto de manera más amplia y no sólo hablar de los casos de olas de calor, sino de otras inclemencias que tienen que ver con el cambio climático.
"Hay que actualizar la Ley de Riesgos Laborales en puntos como el cambio climático"
Por no hablar de incluir en la ley la digitalización o las enfermedades mentales. Aquí todavía no hemos sido capaces de situar un suicidio como consecuencia de una situación de estrés derivada del trabajo, pero seguro que se están produciendo y que en algún momento pueden acabar en los tribunales.
P. ¿Qué fórmula prefieren, una ley nueva o trabajar sobre la ya existente?
R. Nuestra propuesta es ir a un cambio integral con un texto nuevo, pero el Ministerio de Trabajo ha decidido que lo va a hacer sobre la vieja ley. En cualquier caso, esto no puede esperar, hay que ponerlo en marcha cuanto antes; adoptar cambios como dotar a las organizaciones sindicales de mecanismos para prevenir todas estas situaciones con personas especializadas, agentes de seguridad en el trabajo.
P. En Castilla-La Mancha, el sindicato UGT está dirigido por una gestora que se puso al frente tras la dimisión de la anterior junta directiva. ¿Qué hoja de ruta van a seguir?
R. Lo primero, quisiera trasladar a los trabajadores y a las trabajadoras, y especialmente a nuestros afiliados de Castilla-La Mancha, que a pesar de esta situación de una cierta inestabilidad por parte de la dirección regional, en realidad la organización ha ido mejorando de manera sustancial. Ahí están los datos de afiliación y los resultados en las elecciones sindicales.
En un momento determinado. se decidió entrar en un proceso de cambio, hacer la organización mucho más transparente, mucho más abierta y a la dirección confederal nos hubiera gustado consolidar esa fase. Pero yo creo que tenemos un sindicato que está haciendo una renovación por abajo tan potente, que seguramente impide que haya una consolidación rápida del liderazgo.
P. ¿Mantienen febrero de 2025 como fecha para realizar el congreso donde se elija ese nuevo liderazgo?
R. Sí, no vamos a cambiar los plazos porque no tenemos necesidad de hacerlo. Al contrario, estamos funcionando bien y las organizaciones del sindicato están tomando conciencia de que a ese congreso hay que ir con las cosas hechas, con una dirección elegida que realmente tenga ese afán de continuidad durante los próximos cuatro años y lidere esta nueva estrategia que queremos poner en marcha. Hay que abrir un espacio, de verdad, de concertación en el ámbito de la comunidad autónoma e ir a un proceso de acuerdos con contrapartidas importantes con Administración y patronal de tal manera que consigamos por la vía de la negociación de los convenios y de acuerdos con el Gobierno de Castilla-La Mancha que la situación de los trabajadores y las trabajadoras de la región mejore porque hay mucho que mejorar.
P. ¿Cuáles son esos puntos a mejorar?
R. Los salarios, por ejemplo. Si los comparamos con la comunidad vecina de Madrid son súper mejorables y las condiciones de los trabajadores del sector público, también. Yo he tenido la ocasión de visitar algunos centros de personas mayores y hay que mejorar sus condiciones, como en Sanidad o en prevención de incendios. Esos ámbitos, junto con la vivienda, la educación o la empleabilidad, con toda seguridad que tendrán mucho peso en esta nueva etapa en Castilla-La Mancha y en el conjunto del país.
Algunas veces creo que en las autonomías nos gusta más hablar de las cosas de fuera que de las de dentro. Casi nunca el presidente de una comunidad autónoma es noticia por lo que ocurre en su comunidad, sino que lo es por algo que ocurre en otra. Esto no lo digo expresamente pensando en Castilla-La Mancha o en el presidente Page con el que tengo una magnífica relación, también lo digo con cierta autocrítica hacia nosotros mismos como sindicato.