El próximo 22 de septiembre llegará a Castilla-La Mancha un otoño "cargado de incertidumbres". Así lo ha constatado el delegado de territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Castilla-La Mancha, Luis Bañón, en una comparecencia para dar cuenta de las previsiones respecto al cambio de estación.

Las anomalías de la superficie del agua del mar, la cobertura nivosa o fenómenos meteorológicos como 'El Niño' llenan de incógnitas las proyecciones de unos expertos que esperan que menos lluvia de la habitual y temperaturas suaves durante los meses de septiembre, octubre y noviembre.

Se da la circunstancia de que aunque esta semana los termómetros estarán por debajo de la media habitual para esta época del año, Bañón ha señalado que hay un 70 % de probabilidad de que durante toda la estación los registros estén por encima de lo habitual.

[Aviso de la AEMET por fuertes lluvias y granizo en estas zonas de Castilla-La Mancha]

Respecto a las lluvias, ha reconocido que la señal "no es tan clara". Pese a todo, los estudios indican que hay un 40 % de posibilidades que haya menos precipitaciones de las habituales frente a un 10 % que indican que este nivel será superior al de la media de los registros recogidos por la agencia.

Balance del verano

Bañón ha aprovechado su comparecencia para analizar cómo ha sido el verano que terminará en apenas cuatro días.

La época estival ha sido "muy cálida" en términos de temperatura con una media de 24,9 grados, 1,4 grados por encima de la media durante este periodo que se ha notado especialmente en el mes de agosto, tercero más cálido en los 63 últimos años -los que se tienen registros- igualando a 2023 y 2015. En cuanto a junio, lo ha catalogado de "frío" y julio de "muy cálido".

Luis Bañón, delegado de la AEMET en Castilla-La Mancha.

Respecto a las temperaturas máximas, la media ha sido de 33 grados, 1,3 grados por encima de lo habitual, mientras que las mínimas se han quedado en 16,8, lo que representa una anomalía similar de +1,4 grados.

Las temperaturas más bajas del verano tuvieron lugar el 13 y 21 de junio con menos de 5 grados en varias estaciones de Guadalajara, Albacete y Cuenca, mientras que las más altas tuvieron lugar el 24 de julio y el 10 de agosto con registros superiores a los 43 grados en Toledo y Ciudad Real.

Verano muy húmedo

En lo que tiene que ver con las precipitaciones, Castilla-La Mancha ha tenido un verano pluviométrico muy húmedo con una precipitación media de 73 litros por metro cuadrado, un 155 % por encima de lo habitual.

Así, Bañón ha indicado que junio fue muy húmedo, julio fue seco y agosto muy húmedo. En cuanto al análisis por provincias, el verano fue húmedo en Toledo y Albacete, y muy húmedo en las provincias de Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara.

El récord de precipitaciones en 24 horas lo marcaba Abia de Obispalía (Cuenca) con 65 litros el 21 de agosto seguida de El Pedregal (Cuenca) con 61 litros el 29 de agosto, Brihuega (Guadalajara) con 58 el 30 de agosto y Guadalajara capital con 57 litros ese mismo día. 

Bañón también ha detallado que en Castilla-La Mancha han caído más de 25.000 rayos durante el verano, de los que 6.800 se produjeron el 30 de agosto, el día con mayor actividad.

Por último, ha indicado que las mayores rachas de viento han tenido lugar los días 16 de junio en Toledo; 29 de julio en estaciones de Toledo, Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real; el 23 de agosto en Ciudad Real; y el 30 de agosto en estaciones de Guadalajara.

Así, las mayores rachas se recogían el 28 de junio en Chinchilla (Albacete) y el 29 de julio en Tarancón (Cuenca) con 93 kilómetros por hora.