La radriografía de la situación en Castilla-La Mancha ha sido presentada por Mar González, presidenta de EAPN CLM, Irene Sergio, responsable del área de investigación de la organización y Raúl del Viso, gerente de la red.

La radriografía de la situación en Castilla-La Mancha ha sido presentada por Mar González, presidenta de EAPN CLM, Irene Sergio, responsable del área de investigación de la organización y Raúl del Viso, gerente de la red.

Región

Castilla-La Mancha: más de 660.000 personas se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social

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La tasa de pobreza y exclusión social (AROPE) alcanzó el 31,7% en Castilla-La Mancha durante 2023. El dato, que ha sido dado a conocer este jueves por la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social de Castilla-La Mancha, refleja cierta estabilidad con respecto a la del año anterior, ya que sólo recoge un aumento de una décima con respecto a 2022.

Sin embargo, las cifras porcentuales esconden que más de 660.000 personas están en riesgo de pobreza y/o exclusión social en Castilla-La Mancha. Son 10.000 más que en 2022. Con este escenario, la a región se mantiene entre las cuatro comunidades con mayor riesgo de pobreza, junto a Extremadura, Canarias y Andalucía.

Por género, la tasa del indicador compuesto AROPE masculina subió un punto, alcanzando el 30,8 %, el nivel más alto en cinco años, mientras que la tasa femenina disminuyó 0,6 puntos hasta el 32,7 %. Ambos cambios reducen la distancia de las tasas AROPE de hombres y de mujeres a 1,9 puntos.

Los niños, los más afectados

En cuanto a la edad, la población infantil es la más afectada, con un 37,1% en riesgo de pobreza y/o exclusión social, aunque mejora 1,8 puntos respecto al año pasado. En los mayores de 65 años y el grupo de 18 a 64 años, se observaron ligeros aumentos de 0,3 y 0,6 puntos, respectivamente.

Las disparidades territoriales son evidentes, con tasas de pobreza y exclusión social más altas en las zonas rurales (36,8%) que en las urbanas (29,1%). Esta diferencia se ha mantenido constante a lo largo de los años y refleja la desigualdad en el acceso a oportunidades económicas y servicios básicos. Además, el 35,1% de las personas que viven en hogares con menores están en riesgo de pobreza, una tasa 7,2 puntos superior a la de los hogares sin menores (27,9%).

Evolución de la tasa AROPE

Al comparar con los datos de 2015, año de referencia para evaluar el avance hacia los objetivos de la Agenda 2030, la tasa AROPE ha experimentado una reducción de 3,9 puntos porcentuales, pasando del 35,6% en 2015 al 31,7% en 2023. Este descenso representa una disminución de más de 70.000 personas en riesgo de pobreza y exclusión social.

Sin embargo, la región todavía está lejos de cumplir con los objetivos marcados en la Agenda 2030, con una desviación acumulada de más de 120.000 personas que tendrían que haber salido de esta situación para alcanzar las metas propuestas. Así consta en el ‘XIV Informe El Estado de Pobreza: Seguimiento de los Indicadores de la Agenda 2030 UE (2015-2023)’, que ofrece una radiografía actualizada del impacto de la pobreza y la exclusión social en España y en Castilla-La Mancha. La radiografía de la situación en Castilla-La Mancha ha sido presentada, coincidiendo con el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, por Mar González, presidenta de EAPN CLM, Irene Sergio, responsable del área de investigación de la organización y Raúl del Viso, gerente de la red.

Peor indicador que en 2008

La comparativa con el año 2008, previo a la Gran Recesión, también muestra que la situación actual sigue sin mejorar. Aunque la tasa AROPE de 2023, con un 31,7%, es más baja que el máximo histórico del 36,7% alcanzado en 2014, el indicador ha aumentado 2,3 puntos porcentuales desde 2008, cuando la tasa se situaba en el 29,4%. Esta evolución pone de manifiesto las dificultades de Castilla-La Mancha para revertir las secuelas de la crisis económica y social.

El informe revela que tres de los componentes del indicador AROPE han registrado leves mejoras. La tasa de pobreza se ha reducido en 0,6 puntos, situándose en un 25,5%, lo que revela que más de 530.000 personas en Castilla-La Mancha tienen unos ingresos por unidad de consumo inferiores al umbral de la pobreza.

Además de la tasa de pobreza, otros indicadores también mejoran. Así, la carencia material y social severa ha disminuido 0,8 puntos, alcanzando un 8,5%. La baja intensidad de empleo en los hogares también evoluciona favorablemente, con una reducción de 0,9 puntos.

Crece la pobreza severa

Sin embargo, uno de los aspectos más alarmantes es el aumento de la pobreza severa, que ha pasado del 8,7% en 2022 al 10,4% en 2023. Esta cifra sitúa a Castilla-La Mancha como la tercera comunidad autónoma con la mayor tasa de pobreza severa en España, solo superada por Andalucía (12,9%) y la Comunidad Valenciana (10,7%).  

Los datos certifican que, aunque este año la pobreza no se ha extendido, sí ha aumentado su intensidad, ya que pese a que la tasa de pobreza en Castilla-La Mancha se ha reducido hasta el 25,5%, el indicador de pobreza severa ha crecido 1,7 puntos respecto al año pasado. Es decir, cada vez más personas enfrentan una situación de privación extrema, con ingresos mensuales inferiores a 611 euros.

Carencia material y social severa

La carencia material y social severa (PMSS) ha mejorado en 2023, situándose en un 8,5%, lo que supone una reducción de 0,8 puntos respecto al año anterior. Esta mejora se produce en un contexto en el que la mayoría de las comunidades autónomas han visto deteriorarse este indicador. A pesar de este avance, Castilla-La Mancha sigue siendo una de las regiones con mayor tasa de carencia material en España.

Con respecto al inicio del nuevo período de evaluación de la Agenda 2030, el 2015, la PMSS de Castilla-La Mancha aumenta 1,6 puntos, un incremento supone agregar a unas 35.000 personas a esta tasa.

Sin embargo, gracias al descenso de este año, la carencia material y social severa de la región se sitúa medio punto por debajo del dato nacional. No obstante en 2023, la PMSS de Castilla-La Mancha es la sexta más elevada, tras Andalucía, Canarias, Comunidad de Madrid, Cataluña y Región de Murcia.

El informe de 2023 revela que disminuye del 14,5% al 13,1% el porcentaje de personas que cuenta con retrasos en pago de gastos relacionados con la vivienda principal y cae del 7,2% al 5,1% el porcentaje de personas que no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.

Asimismo aumenta del 19,8% al 21,4% las personas que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada durante los meses de invierno; sube del 36,7% al 37,4% las personas que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos y crece del 12,8% al 14% el número de personas que no puede participar regularmente en actividades de ocio.

El ‘XIV Informe El Estado de Pobreza: Seguimiento de los Indicadores de la Agenda 2030 UE (2015-2023)’, también se centra en el efecto de la acción de las distintas administraciones del Estado sobre la calidad de vida de las personas es muy importante y puede estimarse mediante la diferencia entre la tasa de riesgo de pobreza calculada a partir de la renta disponible y calculada a partir de la renta sin tener en cuenta las transferencias del Estado a las familias.

Así, si no hubiera transferencias del Estado en Castilla-La Mancha, en 2023 la situación de pobreza se ampliaría a más de dos de cada cinco personas (46,9 %). Por otra parte, si solo se incluyeran las pensiones de jubilación y supervivencia y no se realizase ninguna otra transferencia, la tasa de pobreza alcanzaría al 32,7 % de la población castellanomanchega.