Un aviso de atentado en Albacete acaba con un hombre de 48 años detenido

La Guardia Civil de Albacete ha detenido a un hombre de 48 años como presunto autor de una falsa amenaza de bomba en la capital el pasado miércoles 12 de octubre, día de la celebración de la patrona del Instituto Armado.

Según cuenta la propia Guardia Civil, cuando los actos institucionales estaban cerca de comenzar en la catedral, la sala del Centro de Coordinación de Emergencias del 112, recibió la llamada de una persona alertando de que se iba a producir un atentado de manera inminente en el acuartelamiento de la Guardia Civil de la Avenida Ramón y Cajal de la capital albaceteña.

Rápidamente, los agentes se pusieron en marcha activando el dispositivo de seguridad previsto para este tipo de avisos, cuya finalidad es garantizar la seguridad del acuartelamiento y las personas que se encontraban en ese momento en él mientras se confirma la veracidad de la amenaza. Así, la Central Operativa de Servicios (COS) movilizó a distintos efectivos como el equipo de especialistas en búsqueda y localización de artefactos explosivos, y el guía de perros especialista en la detección de explosivos, todos ellos dependientes de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete.

Tras varias batidas y comprobaciones en las inmediaciones del acuartelamiento de la Avenida Ramón y Cajal, los agentes no encontraron artefacto alguno, descartando de manera total la veracidad de la amenaza.

Desde la Guardia Civil, subrayan que "la seguridad de los actos oficiales no se vio comprometida en ningún momento gracias al dispositivo de seguridad y custodia establecido en torno a la Catedral albaceteña" y que "incluso alguno de los efectivos movilizados pudo reincorporarse a las celebraciones y participar en el desfile militar previsto".

Posteriormente, con la colaboración de la Sala del Centro de Coordinación de Emergencias del 112 se pudo comprobar la falsedad de la amenaza formulada y, gracias a los datos aportados, los agentes lograron casi inmediatamente identificar a la persona que había realizado la llamada, un varón español de 48 años de edad y vecino de Albacete.

Una vez identificada y localizada esta persona se procedió a su detención como presunto autor de un delito de desórdenes públicos recogido en el artículo 561 del Código Penal, por el que podría enfrentarse a una pena de prisión de hasta un año de duración.