Alertan de la llegada de rata negra a un pueblo de Ciudad Real: puede transmitir enfermedades
El propietario de una finca rústica de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) ha localizado en varias encinas de su propiedad tres nidos aéreos de rata negra, una especie poco habitual en el centro peninsular y cuya presencia hasta hace poco se limitaba a ciudades portuarias.
Los nidos fueron localizados el pasado mes de agosto en estas encinas, donde esta especie acumula grandes cantidades de materia vegetal, de forma esférica, de las que se observaron varios ejemplares saliendo.
Según han informado a Efe varios naturalistas que han visitado este lugar, el propietario de la finca, Ramón Crespo Villegas, llegó a observar entonces que algunas ramas de dichos árboles estaban completamente secas e incluso había ramas parcialmente peladas y roídas.
El naturalista Francisco Zamora Soria ha comentado a Efe que los nidos aéreos de ratas negras son conocidos por los expertos pero han sido muy poco estudiados y nada divulgados.
Sobre su creación se piensa que responde a las necesidades de regulación frente a las condiciones climáticas y suelen estar formados por materiales de los árboles en los que se construyen, sin una entrada aparente.
Estas curiosas construcciones, ha señalado, "tienen tamaños considerables, de hasta medio metro de diámetro y no excluyen la construcción de madrigueras subterráneas".
Se encuentran a una altura aproximada de tres metros sobre el suelo y existen ya citas similares de nidos aéreos de ratas negras sobre naranjos y pinos en España.
En este caso concreto, las encinas se encuentran sobre un manto eólico, en las cercanías del río Gigüela y de los Ojuelos y del río Guadiana, en el paraje conocido como El monte de la Rinconada.
Zamora Soria ha explicado que la rata negra llegó a Europa en el siglo XII y es muy parecida a la rata parda o de alcantarilla.
Tiene una cola que supera en longitud las medidas de su cuerpo y sus orejas también son considerablemente más largas que las de la rata de alcantarilla.
En noviembre de 2019 se daba a conocer la presencia de este tipo de rata en Madrid, donde también se habían localizado algunos ejemplares de estos individuos en las calles, cuando hasta el momento su presencia era sólo habitual en ciudades portuarias como Barcelona o Palma de Mallorca.
El primer caso se detectó en Madrid a finales de 2018, según el departamento de control de vectores del Ayuntamiento de la capital de España.
La rata negra (Rattus rattus), originaria de Asia, es muy ágil, pesa en torno a 250 gramos, tiene una enorme capacidad de reproducción y puede trasmitir enfermedades como la leptospirosis o la salmonelosis.