Desmantelado un grupo que asaltaba con armas de fuego a narcotraficantes para robarles droga y dinero
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, junto a funcionarios de la Agencia Tributaria, han detenido a once personas acusadas de pertenecer a un grupo que asaltaba con armas de fuego a narcotraficantes para robarles droga y dinero, con registros en la localidad conquense de Carrascosa del Haro, entre otras.
En la operación, realizada conjuntamente por Policía Nacional, Guardia Civil y la Agencia Tributaria, se han llevado a cabo cinco registros domiciliarios en los que se ha intervenido un kilo y medio de cocaína, 25 kilos de hachís, cinco pistolas del calibre 9mm, una carabina del calibre 22, una escopeta recortada, gran cantidad de munición y diez turismos de alta gama, además de desmantelar un cultivo hidropónico de marihuana.
La investigación se inició tras detectar la presencia de una organización criminal, ubicada en las provincias de Pontevedra y Valencia, dedicada al tráfico de drogas. Las indagaciones realizadas por los agentes les permitieron averiguar que los miembros del entramado supuestamente se organizaban para localizar e investigar a potenciales víctimas, también dedicadas al tráfico de drogas, a fin de convertirlas en su objetivo y apropiarse de importantes partidas de sustancias estupefacientes, así como de dinero en efectivo.
Seguimiento durante meses
Los agentes también comprobaron que varios miembros del grupo se mudaron a la localidad de Turís (Valencia), lugar donde localizaron a una posible víctima, un presunto narcotraficante reclamado por la Audiencia Nacional que se enfrentaba a una pena de 14 años de prisión por varios delitos contra la salud pública y que fue seguido durante meses.
Los desplazados en Valencia, expertos en la comisión de este tipo de delitos, establecieron vigilancias en torno a su objetivo para concretar su modo de vida, para lo que utilizaron cámaras de videograbación, sistemas electrónicos y dispositivos de localización GPS.
Los investigadores, conocedores de las actividades delictivas de la banda y del "inminente" asalto que iban a cometer contra su objetivo, establecieron de manera coordinada un dispositivo a fin de proteger la vida de la víctima pues, según sus informaciones, los miembros del entramado pretendían cometer el robo "sin dejar ningún tipo de rastro".
El pasado 4 de mayo se llevaron a cabo las primeras detenciones tras interceptar, casi de manera simultánea, dos vehículos cuyos conductores venían de ocultar tres pistolas con gran cantidad de munición y varias réplicas de placas de identificación de Policía Nacional y Guardia Civil en un zulo de una zona rural de Valencia.
Al día siguiente se continúo con la operación con otras nueve detenciones y cinco entradas y registros en las localidades de Paterna y Turís (Valencia), Carrascosa del Haro (Cuenca), y Ponteareas (Pontevedra). En las viviendas registradas los agentes se incautaron de un kilo y medio de cocaína, 25 kilos de hachís, 5 pistolas del calibre 9 milímetros parabellum, una carabina del calibre 22, una escopeta de cañones recortados y gran cantidad de munición.
Además, tenían sprays de defensa personal, chalecos antibala, dispositivos GPS, diez turismos de alta gama, una motocicleta y 150.000 euros, parte de ellos ocultos en zulos. Además del narco señalado como objetivo, otros dos detenidos, miembros de la organización desmantelada, tenían en vigor reclamaciones judiciales de la Audiencia Nacional por narcotráfico.
Disparos a la Guardia Civil
Al entrar en el chalé ubicado en la localidad de Turís, uno de los arrestados -el traficante víctima potencial del grupo de asaltantes- disparó a los agentes de la Guardia Civil desde el interior de su vivienda cuando se disponían a acceder al domicilio para efectuar su registro y proceder a su detención. El ahora detenido alcanzó a uno de ellos en un pierna con un proyectil y a otros dos con esquirlas de otras balas. Los tres tuvieron que ser trasladados y asistidos de inmediato a un centro sanitario.
Según los investigadores, los arrestados llevaban un "elevado nivel de vida", tanto es así, que en la vivienda de uno de los considerados presuntos cabecillas se halló un completo zoo privado con especies exóticas. Águilas, halcones, búhos reales, guacamayos e incluso una serpiente pitón, eran algunos de los animales protegidos adquiridos por la organización.