Inician los trámites para proteger la fachada de un conocido edificio de Cuenca
La Viceconsejería de Cultura de Castilla-La Mancha ha iniciado el expediente para declarar Elemento de Interés Patrimonial la fachada principal de la Casa Catalina de Cuenca.
El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), consultado por Efe, ha publicado este viernes la resolución de la Viceconsejería de Cultura por la que se inicia el expediente para la declaración como Elemento de Interés Patrimonial de la fachada principal de la Casa Catalina de Cuenca.
También se abre durante un mes el plazo de exposición pública, para que los interesados que lo estimen conveniente puedan examinar el expediente y alegar lo que consideren oportuno.
El edificio conocido como Casa Catalina se sitúa en la calle José Cobo número 6 de la ciudad de Cuenca y la Viceconsejería ha considerado que la fachada principal de este inmueble reúne los valores necesarios para formar parte del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha y refleja las principales características que definen la arquitectura de Elicio González Mateo, destacada figura de la arquitectura conquense que contribuyó a la transformación urbanística de la ciudad de Cuenca en el primer tercio del siglo XX.
La fachada principal está decorada en su totalidad por molduras almohadilladas transversales de cemento y las tres primeras plantas disponen de tres balconadas enmarcadas con una moldura de cemento, excepto la central de la segunda planta que luce una galería cerrada de madera con un tejado de teja vidriada en azul y dos gárgolas de desagüe.
Los balcones son íntegros de forja y están enlosados con cerámica esmaltada decorada en azul, mientras que el cuarto piso está dividido por una cornisilla de cemento con núcleo de ladrillo, y en él se abren unas ventanas culminadas en arco y enmarcadas por molduras de cemento.
El espacio entre ventanas dispone de una serie de riñones de azulejería con dragones en azul sobre fondo blanco y la parte baja de las ventanas también se decora con azulejos.
La quinta planta es una añadido de los años 50, de poco interés patrimonial.
El espesor de fachada varía desde los 70 centímetros de la planta baja hasta los 43 centímetros de la planta bajo cubierta.
La singularidad radica en su composición de huecos con balcones, que incorpora un mirador en la segunda planta, remata la última planta con duplicidad de huecos laterales de medio punto y ensanchamiento del central con arco carpanel, embellecido por elementos de cerámica en el frontal de esta última, donde vuela una alero prominente que debió ser remate de la cubierta inclinada original.
Todos los balcones conservan la cerrajería original de relevante factura y azulejería esmaltada en la cara inferior de los mismos.