Reacción de la Diputación de Cuenca tras la decisión judicial sobre la Hípica
En relación al procedimiento judicial abierto en torno a la resolución del contrato de adjudicación sobre la gestión de las instalaciones de la Hípica de la capital conquense a la empresa Club Hípico Arganda, S.L., la Diputación Provincial de Cuenca ha emitido un comunicado que reproducimos íntegro a continuación:
- El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cuenca ha decidido no admitir a trámite la solicitud de medidas cautelares formulada por la Diputación Provincial de Cuenca el pasado mes de diciembre con el fin de tener acceso a las instalaciones de la Hípica para acometer las labores de mantenimiento necesarias ante los progresivos desperfectos de este recurso y realizar la gestión básica del recinto, entre tanto se resuelve el proceso judicial abierto en torno a la resolución del contrato de gestión de este recinto deportivo con la empresa Club Hípico Arganda, S.L. (Club Hípico Los Faldones). Trabajos que, por lo tanto, no podrán llevarse a cabo a raíz de esta decisión judicial, no pudiendo subsanar por el momento el deterioro de dichas instalaciones ni esas gestiones básicas, tal y como era la intención de la institución provincial.
- Recordar que la Diputación Provincial de Cuenca, propietaria de este recinto hípico, interpuso el pasado mes de julio una demanda para la resolución del contrato de gestión de la Hípica con la citada empresa madrileña ante los continuos incumplimientos tanto del pliego de condiciones de adjudicación relativos al mantenimiento de las instalaciones y a la cantidad de concursos hípicos por organizar como el contrato propiamente dicho, en el que se incluye la oferta presentada en su momento por la propia adjudicataria.
- Situación, eso sí, a la que se llegó después de que, una vez detectado el deterioro de las instalaciones, la Diputación iniciara un expediente de resolución de contrato con el objetivo de que la empresa adjudicataria corrigiese dichas deficiencias, algo que no hizo, además de abrir un periodo de alegaciones, del que, por cierto, tampoco hizo uso.