Digital Castilla

Digital Castilla

Cuenca ALEXANDRA FLOARE, UNA VÍCTIMA ACTUALMENTE CON 20 AÑOS, CONTARÁ SU HISTORIA

Una joven de Aldeas Infantiles SOS en Castilla-La Mancha viaja a Nueva York para dar su testimonio en la ONU

22 junio, 2019 12:34

La joven de 20 años Alexandra Floare, que fue separada de sus padres a los 14 años por maltrato físico y psicológico y que creció en la Aldea Infantil SOS de Cuenca viajará el próximo 26 de junio a Nueva York para defender los derechos de los niños ante Naciones Unidas, en el marco de la iniciativa 'Child Rights Now!' de la alianza Internacional Joining Forces. Allí reclamará, entre otras peticiones, que se apruebe la Ley de violencia contra la infancia en España.

"Me llamo Alexandra y tengo 20 años. Acabo de terminar el bachillerato nocturno y mi intención es comenzar el año que viene la carrera de Criminología. Mi historia empieza cuando tenía 14 años. Con esa edad fui separada de mis padres porque estaba sufriendo maltrato psicológico y físico", relata la joven.

Fue entonces, según recuerda, cuando entró el sistema de protección y así llegó a Aldeas Infantiles SOS. Hasta que cumplió la mayoría de edad vivió en uno de los hogares de la Aldea de Cuenca y no duda al asegurar que esos fueron "los mejores años" de su vida. Actualmente, Aldeas Infantiles SOS le sigue prestando apoyo económico, emocional, educativo y en todo lo que necesite.

"Han sido los mejores años de mi vida, allí he ido creciendo, madurando he podido disfrutar de la infancia, he sido feliz, me he sentido muy querida y muy apoyada, y también me han ayudado a saber expresar mis derechos, a defenderme y a tomar parte en las decisiones que afectan a mi vida", ha asegurado en declaraciones a Europa Press.

Todo ello la condujo a querer comprometerse con la defensa de los derechos de otros niños que, como ella, estaban atravesando situaciones difíciles. Precisamente, ese compromiso será el que la llevará el próximo miércoles 26 de junio a hablar ante Naciones Unidas en nombre de todos los niños y niñas que han sufrido vulneración de sus derechos.

Experiencia personal

"Fui invitada a participar por mi experiencia personal en cuanto a vulneración de derechos y por mi trayectoria, ya que he estado muy implicada en la defensa de los derechos de la infancia durante los últimos años. Además, he formado parte de Aldeas Infantiles, una de las organizaciones de infancia más importantes del mundo y miembro de la iniciativa 'Child Rights Now!'", explica.

A partir de su experiencia, Alexandra Floare defenderá en Nueva York a todos aquellos niños y niñas del mundo a los que se les han vulnerado sus derechos, centrándose en grandes problemas que afectan a la infancia, también en España, como "la violencia y la pobreza". "Vamos a hablar de manera general, a nivel mundial, sobre la situación de los niños, con propuestas y mejoras", ha explicado.

Además, la joven española se reunirá con el embajador de España ante la ONU para después trasladar algunas peticiones. "Como podré reunirme con autoridades españolas que representan a nuestro país en la ONU, explicaré la situación de España y las peticiones que podríamos hacer, ya que lo que realmente nos importa, en la parte de España es: la pobreza, la violencia y la protección de la infancia", ha subrayado.

Según ha recordado la joven, en España uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza o de exclusión social y a nivel mundial "hay una gran pobreza infantil". "Es un problema que lleva muchísimos años a rastras y que se debería solventar ya", ha zanjado.

Sobre la violencia, ha añadido que una de las peticiones que harán al Gobierno será que se apruebe la Ley contra la violencia a la infancia en España, que se encontraba en tramitación pero que quedó pendiente con la convocatoria de las elecciones generales. "Con esta ley se podrían detectar mejor los casos para prevenir y tomar medidas para que no se volvieran a repetir", ha concretado.

Alexandra Floare asegura que su participación ante Naciones Unidas supone "un orgullo" y cree que le servirá como "desarrollo personal". Además, aunque confiesa que lo está viviendo "con nervios", espera "estar a la altura para saber defender" los derechos de los niños y niñas del mundo y poder aportar su "granito de arena para que todo mejore".