La Fiscalía no ve pruebas para formular acusaciones en el crimen de Hiendelaencina (Guadalajara)
La Fiscalía que lleva el caso del crimen de Hiendelaencina (Guadalajara) no ve pruebas para acusar a ninguno de los ciudadanos búlgaros a los que se investiga por el crimen de la anciana Faustina Vacas, de 90 años, ocurrido en noviembre de 2015 en esta localidad ni tampoco al hermano de ésta, Apolinar Vacas.
Así consta en el escrito que ha remitido la Fiscalía a la Audiencia Provincial de Guadalajara, a la que compete ahora resolver sobre el sobreseimiento o sobre la continuación del procedimiento una vez que todas las partes personadas se pronuncien, tal y como ha podido comprobar Europa Press tras acceder al mismo.
En dicho escrito, la Fiscalía se muestra conforme con el auto de terminación del sumario y el sobreseimiento provisional de las actuaciones, al entender que, tras una investigación "larga y prolija" de los hechos, no se ha podido determinar quién ha sido el autor de la "muerte violenta" de Faustina el 16 de noviembre de 2015.
En su escrito, la Fiscalía ha señala que no se puede probar que ni Apolinar ni Radko ni Mitka hayan tenido intervención directa en la muerte de Faustina.
Según el Ministerio Público, las intervenciones telefónicas, si bien un principio parecían decantar la responsabilidad por parte de los investigados, con posterioridad no se ha podido concluir su intervención directa.
Testigo protegida
En cuanto a la testigo protegida, que implicaba en este suceso a Mitka y Radko, los teléfonos no los sitúan en el lugar de los hechos ese día pese a que así lo indicó la testigo. Además, el único testigo presencial, Apolinar, ya descartó como autores de este hecho a Mitka y Radko.
Esto forma parte de un proceso en el que la Audiencia pregunta a cada una de las partes sobre su posición con respecto a estos hechos; de momento, ya se ha pronunciado el Ministerio Fiscal y progresivamente lo harán la Acusación Particular y a las Defensas.
La juez del Juzgado de Instrucción de Sigüenza, Adoración Amigo, declaraba ya el pasado mes de mayo la conclusión del sumario abierto por este crimen, sin procesar a ninguno de los investigados, es decir ni a los búlgaros, ni tampoco al hermano de la anciana.
Francisco Parres, abogado de Radko, investigado como cómplice, insiste tras conocer este hecho en que "se acusó a los búlgaros de forma injustificada y si no llega a ser por nuestro empeño, se hubieran comido la cárcel, eso es lo terrible".
Según Parres, en esta investigación han fallado muchas cuestiones, las traducciones estaban incorrectamente hechas y fueron corregidas por un traductor designado por la embajada de Bulgaria. "Aquí ha habido una injusticia", apostilla el letrado de Radko.
En este caso había trece personas en calidad de investigados, casi todos pertenecientes a varias familias búlgaras; Mitka estaba acusada en calidad de supuesta autora y su hermano Radko como colaborador, pero también se unió posteriormente el hermano de la víctima, Apolinar.
De momento, el arma que supuestamente se utilizó para cometer el crimen aún no ha sido encontrada.