El Seprona de la Guardia Civil investiga a cinco personas, en Barcelona y Madrid, dentro de una operación sobre una supuesta red de tratamiento ilegal de residuos peligrosos que llevaba los productos a una planta de Chiloeches (Guadalajara), que ardió en 2016, y los eliminaba sin descontaminar.

La operación 'Waste' se ha desarrollado a lo largo de nueve meses bajo la instrucción del Juzgado 1 de Guadalajara, según ha informado hoy la Guardia Civil, y es "un fleco" de la operación 'Regumato' que investigó delitos relacionados con el tratamiento de residuos sin ajustarse a la normativa, han agregado a Efe fuentes del Seprona.

De hecho, el Seprona estaba en plena investigación de la operación 'Regumato' cuando la planta de residuos de Chiloeches ardió en agosto de 2016, por lo cual hay 19 investigados, entre ellos la empresa KUK Medioambiente, que era la gestora de la planta.

Según una estimación aproximada, la red habría eliminado sin ningún tratamiento previo 3.000 toneladas de residuos peligrosos en esta planta.

Respecto a la operación 'Waste' fue el pasado mes de octubre cuando los agentes lograron determinar las responsabilidades de varias empresas dedicadas a la gestión de residuos peligrosos, por lo que se investiga a cinco personas en Madrid y Barcelona.

Un gestor simulaba el transporte de los residuos peligrosos producidos en una empresa química de la Comunidad de Madrid hasta su planta soriana para, supuestamente, una vez tratados, trasladarlos a la planta de Chiloeches donde, como ya no eran peligrosos, se eliminaban.

Pero la realidad es que los dos viajes sólo existían sobre el papel porque el único movimiento que realizaban los deshechos no superaban los 25 kilómetros, de Madrid a Chiloeches, donde eran eliminados con toda su carga contaminante activa.

Las investigaciones apuntan a presuntas responsabilidades de las empresas investigadas en la comisión de los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, estafa y falsedad documental.

Estas empresas contrataban a una empresa de transporte y combinaban los documentos propios de la gestión de residuos con albaranes de viaje, de modo que el trayecto hasta Soria se hacía en un vehículo concreto, identificado con matrícula, y el viaje a la planta alcarreña recogía otra matrícula distinta.

Los trabajadores, expuestos a los peligros

Asimismo, los trabajadores de la planta de Chiloeches han estado expuestos a los peligros del manejo de los residuos ya que, aunque llegaban como tratados, realmente tenían los elementos de riesgo.

Las actuaciones realizadas por las empresas investigadas tendrían también otra línea delictiva, ya que cobraban a sus clientes todo el proceso de tratamiento que no realizaban y cuotas por un transporte que tampoco hacían.