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Guadalajara LAS ACUSACIONES PIDEN 13 Y 16 AÑOS

Un Guardia Civil se enfrenta a pena de cárcel por matar a un atracador en Guadalajara

18 junio, 2018 15:36

Las dos acusaciones particulares personadas en el juicio contra el guardia civil que mató de un disparo a un atracador en el polígono de Cabanillas del Campo (Guadalajara) han solicitado para el acusado 13 y 16 años, respectivamente, por homicidio doloso y asesinato.

La vista con jurado popular que se ha iniciado con las exposiciones de las partes y sus peticiones de pena, se reanudará en la tarde de este lunes con la declaración del acusado y de distintos testigos de las partes en un juicio que previsiblemente se prolongará a lo largo de toda la semana.

Frente a los dos años de prisión por homicidio imprudente que solicita la Fiscalía, la acusación particular que representa al hijo menor del supuesto atracador --que perdió la vida a causa al recibir el disparo de un agente de la Guardia Civil avisado para intervenir en Cabanillas del Campo en 2013-- ha pedido 16 años por asesinato y 400.000 euros de indemnización para el niño mientras que la que representa a los padres y hermana ha pedido 13 años de cárcel por homicidio doloso.

Por su parte, la Defensa del agente ha solicitado la libre absolución entendiendo que el agente estaba cumpliendo con su deber y ha calificado de "barbaridad" la pena de al menos una de las acusaciones particulares porque "lo que hizo es cumplir con su obligación", asegurando que el disparo del proyectil no iba hacia la víctima sino que fue como consecuencia de varios impactos previos aunque este le llegara a causar la muerte.

Declaración del acusado

Por su parte, el guardia civil ha dicho que nunca tuvo intención de matarlo pero disparó porque pensó que "corría serio peligro mi vida".

J.L.F.G., al que se juzga en la Audiencia Provincial de Guadalajara acusado de matar de un disparo a un presunto atracador en el polígono de Cabanillas (Guadalajara) en octubre de 2013, ha realizado esta declaración en la primera sesión de tarde del juicio con jurado popular seguido contra él, para quien la Fiscalía solicita de momento dos años de cárcel por homicidio imprudente frente a los 13 ó 16 que solicitan cada una de las dos acusaciones particulares personadas, por homicidio con dolo y asesinato, respectivamente.

El acusado, sin antecedentes penales, se dirigía con su compañero al polígono de Cabanillas tras recibir un aviso de que se acaba de cometer un robo con violencia e intimidación y que los presuntos atracadores iban armados, al parecer tres, y habían efectuado un disparo en la nave reseñada.

El acusado, que se ha negado a responder a las preguntas de las acusaciones particulares, ha reconocido --a las planteadas por la Fiscalía-- que disparó, pero "un único disparo", ha dicho, tras incidir en que "jamás" tuvo "la intención de alcanzarlo", así como que cuando lo hizo no había nadie delante de él, en su punto de mira, y que estaba convencido de que la víctima podía llevar un arma.

En este sentido, ha precisado que al llegar al lugar tras recibir el aviso, dijo a las tres personas que vio por allí, 'alto a la Guardia Civil', llegó a apuntar con el arma pero para que colaboraran y que cesaran en su actitud de no hacer caso.

"No colaboraron absolutamente en nada ni se identificaron, ni obedecían a las órdenes" y, por ello, tras escuchar una voz que dijo "'ya verás tú'" que él entendió que le "quería encarar, porque yo no veía sus brazos, esa voz para mí fue una amenaza directa hacia mi integridad física", ha apostillado.

"Yo sabía en ese momento que estábamos hablando de una escopeta", ha añadido el agente, convenido de que el delincuente llevaba este arma y por la distancia a la que estaba, el proyectil le iba a dar y "estaría totalmente desprotegido".

Pensó que la víctima había huido

"Veo en serio peligro mi vida y muevo el brazo pero jamás en la vida pensé que pudiera alcanzarle, nunca", ha añadido, tras incidir en que cuando tuvo la noticia de lo que había pasado se vino abajo porque pensó "con absoluta certeza" de que la víctima, de 25 años, había huido y saltado por el barranco.

Aunque de las tres personas que ese día fueron identificadas en este polígono no hay ninguna en este momento detenida ya que la única que había fue puesta en libertad, el agente se ha mostrado convencido de que eran ellos las personas sobre las que habían recibido un aviso por un supuesto robo en el polígono.

Por lo que respecta a los testigos que han declarado tras el acusado, tanto la madre del fallecido como la hermana han cuestionado la forma de actuar ese día por parte de la Guardia Civil, y cómo les comunicaron la noticia.

Dolores, la madre, no ha negado que no podía decir qué hacía su hijo ese día en el polígono porque no sabía donde estaba pero sí ha dicho que era "bueno" y "fácil de llevar por cualquier camino poco adecuado".

Una declaración con la que ha querido hacer llegar al jurado que cualquier actuación de su hijo pudo haber sido porque le influyeran porque "era una persona sin personalidad", incidiendo en que su vástago no hubiera ido solo al polígono de Cabanillas, donde supuestamente habían acudido para robar.

Otro de los testigos ha sido Juan Francisco C.H. trabajador de una empresa cercana, quien en su declaración, aunque no ha quedado constatado, sí ha dicho que uno de los supuestos delincuentes portaba un arma larga, una escopeta al parecer de un solo cañón, ha precisado.

La vista proseguirá este martes con nuevas pruebas testificales y declaraciones.