El acusado de degollar a su pareja en Azuqueca dice que ella le clavó un cuchillo
El hombre acusado de matar a su esposa el 28 de diciembre de 2017 en el baño del piso de Azuqueca de Henares (Guadalajara) en el que vivía la pareja con tres hijos menores, ha admitido que la degolló pero que no sabe si estaba muerta o no cuando lo hizo ni lo que se le pasó por la cabeza para hacerlo pues se considera una persona "muy correcta". "Ella me clavó un cuchillo y yo reaccioné", ha dicho.
En el juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia Provincial de Guadalajara, el procesado, en prisión desde que se produjeran los hechos, ha sembrado dudas sobre si le clavó el cuchillo cuando la víctima estaba ya muerta o aún estaba viva aunque en un momento sí ha admitido su muerte porque "ella tenía la lengua fuera".
"Lo que me hice yo en el cuello, se lo hice a ella, con el mismo cuchillo", ha dicho el procesado a preguntas del Ministerio Fiscal, y es que, el procesado, J.A.M.G., se intentó quitar la vida después de intentar asfixiar a su esposa en el baño; ya que el hecho de degollarla parece ser que pudo ser después de salir del baño tras la fuerte discusión.
El acusado también ha pedido perdón por lo que hizo. "Pido públicamente perdón por lo que he hecho pero ella me clavó a mí el cuchillo y reaccioné". "Yo no sabía lo que hacía, no sé lo que se me pasó en la cabeza, no sé por qué hice eso", ha apuntado.
En cuanto a cómo acabó encima del cuerpo de su esposa tras acabar con su vida, ha aseverado que se estaba "quedando sin aliento". "Lo que hizo ella no se lo perdonaré en la vida pero lo que hice yo tampoco", ha señalado tras presuponer que ella lo quería aunque "estaba todo el día machacando", en referencia concreta a los enfrentamientos que tenían por los hijos.
Y es que, según el acusado, la discusión que propició los hechos y que, según él, inició ella la noche anterior, fue por un cargador de su hija y porque la víctima le había dicho que se fuera de casa pero él no quería irse sin el hijo que tienen en común. "Yo me quería llevar a mi hijo Sergio", ha subrayado.
Los hechos se remontan a la discusión del día anterior que retomaron la mañana del 28 de diciembre. Según ha dicho, el siguió a su mujer al baño después de que ella le "destapara" en la cama y mientras ella se duchaba discutieron.
Después, ella salió de la ducha, se puso el albornoz y cogió un cuchillo que había en el baño sobre unas cajas, y que estaba allí porque lo había utilizado la noche anterior para unos arreglos de la puerta, y se lo clavó en el pecho mientras él le decía: "¡qué haces loca!".
Ha afirmado que sin pensar en las consecuencias y con el cuchillo clavado en el pecho, la cogió del cuello y no sabe como pero, "automáticamente" cayeron los dos al suelo y se cerró la puerta. "Fue una cosa muy rápida", ha aseverado tras añadir que luego se levantó y tras ver que ella estaba "medio asfixiada", salió a la habitación donde estaban los niños.
Allí, delante de ellos se sacó el cuchillo del pecho y se hizo también un corte en el cuello mientras los pequeños les decían: "no lo hagas, no lo hagas" y la niña preguntaba por su mamá, sin que él respondiera.
"Yo no voy a tener la sangre fría de decir a los niños que su madre esta muerta" ha dicho a la fiscal, admitiendo así que ya sabía que la había matado antes de que luego la degollara. De hecho, el Ministerio Fiscal le ha preguntado que por qué la degolló si ya estaba muerta, a lo que se ha limitado a señalar que "en ningún momento quiso hacer nada" y que le cortó el cuello pero "no es algo que decidiera" y que tampoco sabía que estaba muerta.
No sabía lo que hacía
Una declaración en la que el acusado ha intentado asegurar que los niños no vieron a la madre muerta aunque la fiscal le ha preguntado que cómo podía ser eso si los pequeños habían manifestado con anterioridad que la madre estaba muerta y que había un charco de sangre.
"No sabía lo que hacía, no sé lo por qué hice eso, no era consciente de lo que estaba haciendo. Yo solo vi que un cuchillo entraba en mi cuerpo y fue ella", ha apostillado, sin aclarar tampoco de dónde venían los otros dos cuchillos, ya que en este caso salen a relucir tres armas blancas.
A preguntas de la letrada de la Junta de Castilla-La Mancha, personada en la causa por tener a su cargo a un menor, ha echado toda la responsabilidad a la que fuera su esposa asegurando que lo que él no quería es que el hijo que tenían en común tuviese la misma infancia que los de la víctima.
A la abogada que representa al Instituto de la Mujer, también personado en la causa, el procesado le ha manifestado que había sufrido un bloqueo y que por eso él no llamó para que la socorrieran.
En todo caso, el acusado ha insistido en su versión y en que la puerta del baño estaba medio cerrada y en que los niños no vieron lo que hacían en él, así como que ella le clavó un cuchillo primero.
Por último, a preguntas de la Defensa, ha indicado que discutían a menudo por la hija de él, que la víctima "no podía ver, porque todo eran celos y envidias" y se ha referido a la víctima como una persona "agresiva", de la que estuvo separado un tiempo aunque retomó la relación tras quedarse embarazada.
La vista con jurado popular proseguirá unos días más, estando previsto que pasen por la sala de la Audiencia Provincial de Guadalajara al menos cuarenta personas entre testigos y peritos.
Las peticiones de pena para el detenido por parte de la Fiscalía y las acusaciones personadas van desde los 25 años de cárcel hasta los 33 por asesinato con alevosía; por su parte, la Defensa ha solicitado la libre absolución, o en todo caso, homicidio entendiendo que hay atenuantes y eximentes a tener en cuenta.