Un pequeño pueblo de Guadalajara crea una ordenanza reguladora de la recogida de setas
El municipio de Campisábalos, ubicado en plena Sierra Norte de Guadalajara, se ha sumado a otros pueblos de la comarca, y ha aprobado una ordenanza reguladora de la recogida de setas en el término municipal que otorgará más beneficios a los censados y oriundos del pueblo y que entrará en vigor esta misma campaña con la recogida de setas de primavera.
Así lo ha explicado a Europa Press el alcalde de esta pequeña localidad de la Sierra, José María Huete, tras publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia la ordenanza reguladora de la recolección de setas, según la cual, los vecinos del municipio no pagarán nada por coger hongos en el pueblo y los vinculados pagarán solo cinco euros, mientras que los que no se sean de la zona pagarán eso por fines de semana.
En Campisábalos están empadronados 80 vecinos pero apenas residen durante todo el año unas 25 personas, y el Ayuntamiento ha querido con esta medida, recoger también el "sentir" de sus vecinos.
Tradicionalmente, este aprovechamiento ha sido ejercido principalmente por los vecinos y tenía como objeto el consumo doméstico, pero la aparición de un nuevo tipo de recolector de setas que se dedica a coger este producto en grandes cantidades, principalmente los fines de semana y no siempre respetando otros aprovechamientos autorizados que se realizan en dichos terrenos, ha llevado al Consistorio a poner en marcha esta ordenanza.
También motivada en que, algunos de los que vienen de fuera a recoger hongos, entran o dejan sus vehículos en fincas particulares, dejan portillos abiertos, cortan alambrada, abandonan gran cantidad de basura, vidrios, plásticos y, a veces, recolectan ejemplares demasiado pequeños, que no han soltado suficientes esporas y que, por tanto, dificultan el desarrollo normal de las especies con perjuicio para las generaciones futuras de micólogos y para el medio ambiente.
Una ordenanza que también pretende regular el aprovechamiento micológico de manera sostenible en propio término municipal, ha precisado Huete.
Así, de acuerdo a la misma, los empadronados en el municipio podrán coger hasta 20 kilos de setas comestibles al día sin ningún coste, aunque tendrán que sacar un permiso para ello; los "vinculados al pueblo" por nacimiento o por tener familia en él, podrán coger hasta diez kilos al día y pagarán 5 euros al año, y los foráneos necesitarán un permiso recreativo que les permitirá la recogida de hasta cinco kilos al día por cinco euros también por jornada.
Pero además, la ordenanza contempla lo que han denominado "permisos científico-didácticos", que permitirán a la persona que lo tenga, recoger más de cinco ejemplares de cualquier especie fúngica por día, será gratuito pero deberá estar debidamente justificado y acreditado.
La ordenanza prohíbe la recolección nocturna desde la puesta del sol hasta el amanecer, así como en jornadas de caza tipo batida, ojeo, montería o gancho, y tampoco se permite la recogida con rastrillos, hoces, azadas, picos, palas o similares ni que se utilicen bolsas o cubos de plástico para guardarlas sino cestas o recipientes aireados.
Las sanciones por incumplimiento de la misma irán desde los 100 a los 1.000 euros, cantidades que se reinvertirán en mejorar el aprovechamiento micológico del municipio.
Cada vez son más los municipios de la provincia, y fundamentalmente de esta comarca, que se suman a la creación de ordenanzas específicas con esta finalidad.