Cinco detenidos en Toledo y Segovia y desarticulada una banda que introducía cocaína desde América
La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en el marco de la Operación Mascaraque, ha detenido en Toledo y Segovia a cuatro hombres y a una mujer por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, usurpación del estado civil, contrabando, falsificación de documentos y delito de tenencia ilícita de armas. Estas personas introducían cocaína procedente de países latinoamericanos en dobles fondos de los contenedores de mercancías que después eran transportados utilizando empresas legalmente constituidas.
La Guardia Civil ha detenido en Mascaraque (Toledo) y Segovia a cinco personas pertenecientes a un grupo criminal que introducía en España cocaína procedente de países latinoamericanos en dobles fondos de contenedores de mercancías que después eran transportados utilizando empresas legalmente constituidas.
Según informa este viernes la Comandancia de Toledo, han sido detenidos cuatro hombres y una mujer por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, usurpación del estado civil, contrabando, falsificación de documentos y delito de tenencia ilícita de armas.
El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA), de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, junto con el Área Regional de Vigilancia Aduanera de Castilla-La Mancha, han llevado a cabo la investigación conjunta para desarticular la organización criminal dedicada al tráfico de cocaína.
Los delincuentes importaban mercancía de tráfico legal en contenedores desde diferentes países latinoamericanos, donde ocultaban la droga utilizando dobles fondos y después utilizaban empresas mercantiles de actividad lícita para el transporte de estas mercancías, sin que éstas tuvieran conocimiento alguno de la existencia de esta droga en los contenedores, además, los agentes han comprobado que llegaron a falsificar la documentación de personas de dichas empresas, así como sus sellos o anagramas comerciales.
La investigación
La investigación se centró en un hombre con domicilio en la localidad toledana de Mascaraque, el cual cuenta con empresas legalmente constituidas en las que interviene directamente o ha intervenido de alguna forma en su órgano de administración.
Esta persona realizaba multitud de importaciones por parte de las empresas que dirige, sin declarar actividad comercial alguna y sin que conste cartera de clientes para vender la mercancía legal que adquiría.
El pasado mes de octubre, en el puerto de Valencia, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria inspeccionaron un contenedor procedente de la República Dominicana que transportaba piñas tropicales y cuyo destino era una de las empresas investigadas, sin embargo, en la inspección de este contenedor se hallaron ocultos en un doble fondo 26.260 gramos de cocaína distribuida en 25 envoltorios de plástico.
Finalmente se constató que la entrega sería realizada en una finca de la localidad de Mascaraque, propiedad de la persona investigada de esta localidad y destinataria de esta mercancía, por lo que se montó un dispositivo policial donde se detuvo al grueso de esta organización criminal perfectamente estructurada y se realizó un registro de toda la finca, con una extensión aproximada de 30.000 metros cuadrados, donde se descubrió un arma de fuego real oculta en un armario.
Varias nacionalidades
Cuatro personas fueron detenidas en esos momentos: un hombre de nacionalidad mexicana que era el escalón más alto de la organización y trataba directamente con las personas que les suministraban la droga, el vecino de Mascaraque encargado de gestionar las empresas y realizar las importaciones, y dos personas más de nacionalidad rumana y venezolana que eran quienes aportaban la logística.
En la localidad segoviana de Palazuelos de Eresma, la Guardia Civil detuvo a una mujer de nacionalidad española, que era la encargada de la falsificación de documentos.
Los cinco detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Ocaña y los más de 22.000 kilos de piñas tropicales que portaba el contenedor fueron donados a la entidad de Cáritas Diocesana de Toledo para actividades sin ánimo de lucro propias de esta institución.