Velázquez recuerda a los afectados por la DANA y desea un 2025 lleno de oportunidades para Toledo
- El alcalde toledano se ha acordado de todos los que en estas fechas tan señaladas están pasando momentos complicados.
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El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha felicitado la Navidad a todos los toledanos en el tradicional mensaje navideño en el que ha tenido un emotivo recuerdo para los afectados por la DANA, fundamentalmente en Valencia, pero también en Castilla-La Mancha concretamente en Letur y Mira.
"Sabed que os seguimos apoyando, como hemos hecho desde el primer momento en Toledo para conseguir esa tan ansiada reconstrucción", ha dicho.
Un mensaje de apoyo también para aquellas personas que por cualquier motivo lo están pasando peor en estos momentos, "ya sea por cuestiones de salud, económicas, laborales, o de soledad no deseada, como algunos de nuestros mayores". A todos ellos, ha recordado el verdadero mensaje de la Navidad que nos dice que "por muy duros que sean los momentos por los que estamos atravesando, hay lugar para la esperanza y que la situación va a ir a mejor".
🎄 La #Navidad es el momento más especial del año. Un tiempo que nos evoca buenos deseos, convivencia, solidaridad y reencuentros con amigos y familiares.
— Carlos Velázquez (@cvelazquezromo) December 23, 2024
Celebramos que hace más de 2.000 años, nació un niño en Belén con un mensaje de esperanza que sigue vivo en nuestros días.… pic.twitter.com/3lMw0zLpxK
Velázquez ha agradecido la labor de todas aquellas personas que durante estas fechas tan especiales trabajan para que "el resto podamos disfrutar", a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los trabajadores municipales, al personal esencial de los servicios sanitarios y profesionales sanitarios, así como a comerciantes y hosteleros que "nos ponen la mejor cara en estas fechas".
A todos ellos ha deseado el alcalde de Toledo que pasen un buena Navidad, "un tiempo que nos evoca buenos deseos, convivencia, solidaridad y reencuentros con amigos y familiares", y que proviene de lo que sucedió en un pequeño pesebre en Belén hace más de 2.000 años, donde nació un niño con un mensaje de esperanza, "un mensaje que es puramente cristiano, pero no exclusivamente cristiano, porque es un mensaje compatible con cualquier fe, con cualquier creencia, con cualquier religión, incluso con la ausencia de la misma".