España hace un ridículo espantoso con el gallo de Manel Navarro en Eurovisión
Desde el principio, el catalán Manel Navarro, con escándalo incluido en el proceso de selección, fue a Kiev a escribir su propio capítulo en nuestro particular manual de cómo perder en Eurovisión, y eso es lo que hizo. Quedó el primero, pero por detrás. España, última en Eurovisión, con 5 puntos.
El caso es que cuando Navarro se subió al escenario del Centro de Exhibiciones, e incluso antes de ese notable gallo final en el momento culminante, incluso él sabía que estaba todo perdido. Faltaba música y también faltaba espectáculo sobre el decorado para convencer al esquivo fantasma del televoto.
Consecuencia: 0 puntos en los votos del jurado profesional y 5 puntos del televoto, último lugar en la lista y nuevo esperpento de pata negra en el festival. El monumental tongo de la elección de Navarro dio el tiro de gracia a esta edición de Eurovisión antes de comenzar, tanto en España (donde el concurso ha sido ignorado por todos, a falta de datos de audiencia) como fuera de ella (Manel era último en las apuestas poco antes del inicio). La propia TVE comenzó la retransmisión yendo al grano, sin previa alguna en su canal 24h.
El resumen verdadero de esta 62 edición es el de una pugna entre Italia, Portugal y Bulgaria, y sobre todo entre los dos primeros. El tema "Occidentali’s Karma" de Francesco Gabbani, venía de ganar el Festival de San Remo y es un verdadero "false friend", un tema que engaña y se pega en su alegre recuento de pequeños vicios espirituales de la era de internet. La segunda, "Amar pelos dois", del alternativo Salvador Sobral, es una melodía nostálgica de amor que apuesta por el intimismo, la respuesta plácida al show de luz y color que en general es Eurovisión. Favorito de los periodistas Sobral se fue creciendo hasta imponerse en las apuestas de última hora a Gabbani, que como buen italiano llegó a Kiev creyendo que todo estaba ganado. Y Sobral, cantando el tema escrito por su propia hermana, arrasó desde el primer momento en las votaciones. Naturalmente hubo más, con la belga Blanche y "City Lights", y Dinamarca y Polonia, que tiraron de cantera de rubias deslumbrantes para sendos baladones noventeros.