La espectacular fiesta de Castilla-La Mancha que emocionará este lunes a miles de personas
Varios miles de personas despedirán este lunes a la Virgen de Rus en la localidad conquense de San Clemente, fiesta declarada de Interés Turístico Regional, aunque, según el presidente de la Hermandad de la Virgen de Rus, Julián Martínez, "tiene envergadura para buscar algún reconocimiento más".
En declaraciones a Europa Press y tras indicar que, "de momento, no se está preparando nada al respecto", Martínez ha recordado que el día de la venida a la localidad sanclementina -donde la imagen ha permanecido durante cuarenta días- congregó a unas 15.000 personas, por lo que espera que este lunes "haga buen día, no haya ningún incidente y todo salga bien", ya que es una fiesta "muy emocionante" que reúne "a la gente que no está aquí durante el año e intenta pasar en San Clemente estos días tan especiales y de muchos sentimientos".
En el transcurso de la romería del Día de Rus, la patrona de San Clemente regresa a su ermita, ocupada durante este periodo por la Virgen del Remedio, que emprende el camino inverso hacia San Clemente en una jornada, a juicio de Martínez "muy intensa", que arranca a las 5.30 horas con la última misa a la Virgen de Rus, que después recorre en procesión todos los conventos de San Clemente hasta llegar a la salida del municipio.
Es allí donde, "realmente, inicia la romería", puntualiza Martínez, para, a continuación, precisar cómo "a paso muy rápido, casi corriendo y protegida por una cubierta para el camino", la imagen es portada por seis cuadrillas de cuatro porteadores durante los ocho kilómetros que separan San Clemente de la ermita de Rus.
Misa de campaña
Una vez en este paraje y tras el almuerzo, se celebra una misa de campaña, presidida por las imágenes de la Virgen de Rus y la Virgen del Remedio que, a las doce del mediodía, "también a la carrera", regresa a San Clemente. A la entrada de la localidad, la imagen, despojada ya de la indumentaria que luce durante el camino, es recibida por miles de personas, que la acompañan en procesión, a ritmo de pasodoble, a lo largo de apenas 800 metros hasta el Convento de las Madres Carmelitas.
Una procesión, señala Martínez, "alegre, animada, bonita y emotiva, que los de San Clemente vivimos mucho" y que culmina, después de cruzar la plaza, con una carrera "al sprint" hasta la entrada del convento. "Las andas entran bastante justitas y es otro momento emocionante y curioso", sostiene.
La jornada festiva concluye con la procesión de la noche hasta la parroquia, a donde la talla llega hacia las 23.30 horas y que, también a ritmo de pasodoble, parte del convento de las Carmelitas a las 21.00 horas con la imagen ya vestida de gala con un atuendo "más vistoso", al igual que las andas del paso. "Una procesión preciosa, por lo vistosa que es, por la luz que tiene y por la riqueza de los mantos", concluye Martínez.