Ojo a la pesadilla de un hombre que lleva ¡¡¡14 años!!! esperando que le arreglen su coche en el taller

En ocasiones, los trámites burocráticos se eternizan mucho más de lo que nos gustaría. Sobre todo en España, un país que ya nos tiene acostumbrados a esperar. A todos nos hastían las colas, aguantar semanas a que nos llegue esa compra que hemos hecho online o tachar los días que quedan para que llegue el verano cuando todavía es Febrero.

Pero siempre hay alguien que se lleva la palma. Y esta vez le ha tocado el turno a José Cortés, un vecino de la localidad sevillana de Villaverde del Río. Este hombre lleva 14 años esperando que le arreglen su coche en un taller del municipio. El vehículo lo llevó en 2003 tras sufrir un accidente en San Juan de Aznalfarache.

El golpe le provocó daños en varias partes del coche, un Ford Sierra, y el primer presupuesto en un servicio oficial de la marca ascendía a casi 10.000 euros.

Así, según su relato a la agencia Efe, le recomendaron acudir a un taller con piezas compatibles, por lo que lo llevó a una empresa llamada Hermanos Capdevilla, donde le presupuestaron el arreglo en 2.405 euros.

"Auténtica pesadilla"

El sevillano, que alega estar viviendo una "auténtica pesadilla", aceptó la suma y pacto la forma de pago: 2.000 euros por adelantado y el resto a la entrega del coche, prevista para unos 20 días después.

Pero lo que parecía algo sencillo, se torció. Cortés asegura que, a pesar de reclamar una y otra vez el arreglo y la entrega del vehículo, esto nunca sucedió. Finalmente, decidió denunciar el caso a Consumo y a la Guardia Civil, sin tener conocimiento nunca, según dice, de qué pasó con su coche.

Las consecuencias de no contar con vehículo todos estos años han ocasionado a este hombre grandes molestias. Por ejemplo, Cortés vivía por aquel entonces en Islantilla (Huelva) y trabajaba en Lepe, en una empresa de autocares llamada Lepebús. Entraba a trabajar de madrugada, por lo que tenía que ir andando en mitad de la noche por no tener ni coche ni transporte público a esa hora.

Desde el taller han alegado que, en el momento del suceso, lo gestionaba una sociedad formada por dos hermanos, y uno de ellos pidió hacer el trabajo por su cuenta, sin aclarar qué pasó con el dinero que entregó Cortés ni por qué no se hizo la entrega del coche.

Él, por su parte, señala que tiene documentos sellados por el taller certificando la entrega del dinero, en dos pagos (de 1.000 y 500 euros respectivamente), por lo que ha dicho que "por encima de si los hermanos se enfadaron o se separaron, yo entregué dinero por un trabajo que no me hicieron, y no quiero renunciar a mi coche".

La solución todavía no ha llegado. Pero Cortés no se rinde: el próximo martes presentará una nueva denuncia para que le entreguen su Ford Sierra, tras más de 14 años reclamándolo.