El pueblo de Castilla-La Mancha que la Lotería ha sembrado de 'solteros de oro'
La localidad conquense de Palomares del Campo, en la que se repartieron el año pasado 12 millones de euros de El Gordo de la Lotería de Navidad, ha notado en el último año un aumento de las construcciones, las reformas de viviendas y los viajes de sus vecinos, algunos convertidos en "solteros de oro".
Así lo ha indicado a Efe la alcaldesa de Palomares, María Dolores Pérez, quien ha indicado que se han otorgado varias licencias de obra, "unas cinco o seis", para la construcción de viviendas nuevas, un número importante para un pueblo pequeño como este.
Y todo porque Jesús Zapico, un taxista jubilado de Madrid que veranea en este pueblo de 600 habitantes, repartió entre sus vecinos más de 30 décimos de El Gordo, del 66.513.
El dinero, según la regidora, llegó sólo a un puñado de vecinos, sobre todo a varios miembros de una misma familia, muchos de ellos convertidos en "solteros de oro", que no han gastado prácticamente nada del premio.
A excepción de la construcción de las viviendas y algunos viajes que han realizado los afortunados, los premios no han generado la creación de negocios o puestos de trabajo en el municipio según la alcaldesa.
Los afortunados siguen al pie del cañón
Eso sí, los establecimientos que regentaban antes del 22 de diciembre de 2016 los afortunados con El Gordo no han cerrado en el último año.
Uno de ellos es el bar "El Zorro", cuyos propietarios, un año después y a pesar del décimo premiado que llevaban, siguen abriendo el establecimiento a las 7.00 horas todos los días del año.
El premio les ha permitido comprar un par de pisos a cada uno de sus hijos y darse "algún capricho", como varios viajes este año, según ha comentado en declaraciones a Efe la mujer de Pedro, el propietario del establecimiento.
Sin embargo, la fortuna no les ha cambiado su día a día, que sigue "igual", y además han vuelto a tentar a la suerte y este año llevan "muchísima lotería".